Por Cledis Candelaresi

Las generadoras de electricidad pertenecen a un núcleo empresario sui generis, integrado por firmas “privadas” a secas, y otras “privatizadas”, definición que no les gusta. La Asociación de Generadoras de Energía Eléctrica de la Argentina protagonizó un entredicho con el Gobierno a raíz de la falta de recursos de Cammesa para pagarle la provisión del fluido. Esto se solucionó gracias a un aporte estatal pero, de inmediato, surgió otra controversia, en torno de una reciente resolución que intenta forzar una baja en sus precios. Su vicepresidente, Fermín Demonte, explicó a Cash los pormenores de ese conflicto y distingue nítidamente entre dos niveles del Gobierno: el técnico y comprensivo, en el que se ubica el secretario de Energía, Daniel Cameron; y el político, más reacio a contemplar sus necesidades, donde están el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el propio Presidente.
Ustedes están molestos con la última resolución de Energía.
–La resolución 240 instrumenta otro control de precios, siempre para abajo, de una manera muy dura. Ante el grave problema del Fondo de Estabilización, el Gobierno tenía dos caminos: aumentar el precio final de la energía o presionar hacia abajo el costo de la generación. Eligió esto último. La resolución establece que aunque un generador esté marchando con combustible líquido, más caro, su cálculo de costos se hará en base a gas, pesificado y más barato.
¿No es un cambio propio de las reglas de juego?
–Nosotros no nos autodefinimos como privatizadas. Salvo en el caso de Central Puerto y Costanera o de las hidroeléctricas, que son concesiones, somos inversores independientes. El sector invirtió 6000 millones de dólares desde 1992: más de lo que desembolsó el sector automotriz en ese lapso, que se ha beneficiado con importante subsidios. Invertimos en función de la Ley de Desregulación Eléctrica. Pero todo lo que se está haciendo vulnera ese marco, al punto de que estamos pensando en llevar adelante acciones legales en el ámbito nacional e internacional.
¿Qué pasó con Cammesa?
–El 12 de agosto cobramos el 90 por ciento de la factura por la energía provista en junio, gracias a que la Secretaría de Energía aportó 28 millones de un fondo que administra. El próximo pago es el 8 de septiembre y ahí Cammesa tendrá que pagar 120 millones de pesos y el remanente que quedó, de unos 20 millones. Pero, por ahora, sólo habrá ingresos (pagos de las distribuidoras) para cubrir entre el 40 y 45 por ciento de esa suma.
¿Ya lo discutieron con el Gobierno?
–En el Gobierno hay dos niveles: el del secretario de Energía (Daniel Cameron) y el subsecretario (Bautista Marcheschi), quienes entienden la situación y, según nos consta, están haciendo esfuerzos por tratar de corregirla. Ya sea vía una suba del precio estacional o por un préstamo del Estado, a reembolsar más adelante. No lo consiguieron. Después está el otro nivel, de Néstor Kirchner y de Julio De Vido, que no sé si planean cortarnos como un queso. El ministro de Planificación nos dijo entender nuestra situación, pero pidió que comprendiéramos la del país.
¿Entonces?
–Le hemos sugerido soluciones que son las mismas que ellos admiten, como hacer una segmentación del mercado. Hay actividades que son exportadoras o que subieron los precios en el mercado interno en un 100 o 150 por ciento y son subsidiadas con una energía de 9 dólares del megawatt.
¿Hay diferencias entre De Vido y Roberto Lavagna?
–Es una opinión muy personal, creo que sí. El ministro Lavagna conoce bien el tema, más allá de compromisos con el FMI. Pero a De Vido le costó entender.
¿Cuál es la lógica del Gobierno? –No hay lógica. Hay desesperación y divorcio entre el nivel técnico y el político, que se niega a tomar decisiones hasta después de las elecciones. Yo espero que Daniel Scioli haya confesado la verdad: que el Poder Ejecutivo planea dar un aumento en 90 días.
–También debe sentir la presión política de los usuarios.
–Los generadores caemos en la bolsa de las privatizadas, a pesar de que integramos un mercado competitivo. No tenemos prontuario, tenemos currículum y podemos mostrarlo. Fuimos autores de la baja del precio de la energía eléctrica. Porque la gran baja la produjo la generación.
¿Los actuales precios hacen sustentable el negocio?
–No. Sólo permite cubrir los costos operativos básicos para pagar proveedores, sueldos, el seguro de las plantas que es de 700 mil dólares promedio por año. Ese es el cálculo que hace el Gobierno: que nosotros tenemos que tener una caja suficiente para ello. Pero olvídese de amortizar o pagar deuda.
¿Esto puede significar que habrá falta de energía y cortes?
–No voy a hacer un vaticinio de black out para la semana que viene. Pero lo que estamos firmando es un certificado para cortes dentro de dos o tres años. Es la misma historia de los ‘80. Si hubiera un boom de crecimiento, del 7 u 8 por ciento del PBI, en dos años estamos con problemas.