MERCADO DEL CARTUCHO: ORIGINALES VS. RECARGADOS
Impresoras en su tinta
Por Alejandro Bercovich
Una de las batallas más fuertes en la Argentina de la hiperdevaluación, casi tan dura como la de grandes laboratorios contra los genéricos, es la de las multinacionales fabricantes de impresoras contra los insumos recargados. Mientras aumentaban los comercios de reciclado de cartuchos, las principales compañías del ramo vieron caer estrepitosamente sus ventas, con precios que se mantuvieron en dólares durante el año pasado, y que recién empezaron a reacomodarse en la primera mitad de 2003. Al mismo tiempo, aparecieron empresas de distinto tamaño dedicadas al nuevo negocio y toda una red de locales, cuentapropistas y hasta cartoneros que buscan repuestos vacíos para venderlos.
Los genéricos y reciclados ya capturaron casi el 50 por ciento del mercado de cartuchos y toner láser. Y no es una plaza menor: hasta 2001 tenía una facturación de casi 300 millones de dólares anuales, cifra que cayó a menos de la mitad en 2002. Es un mercado disputado por firmas japonesas y estadounidenses. “La gente llega al reciclado porque sufre un impacto muy fuerte ante el encarecimiento del producto”, explicó a Cash Eduardo Capanna, gerente de Epson, que confía en que la tendencia puede revertirse a fuerza de la baja de precios en algunos modelos. Otra estrategia siguió Hewlett Packard que vende cartuchos con la mitad de carga que los clásicos. Pero la diferencia sigue siendo elevada: uno de los repuestos originales más usados del mercado vale unos 140 pesos; y menos de 50 en sus versiones reciclada o genérica.
Los primeros en renunciar a los originales fueron los usuarios hogareños, aunque varias grandes empresas y organismos públicos también siguieron esa tendencia. Algunos bancos ya tienen provisión mixta, en oficinas de Cancillería se usan reciclados y empleados del Mercado de Valores venden los cartuchos vacíos para donar el dinero a comedores y escuelas. No es poco lo que recaudan: un cartucho de toner agotado se paga hasta 35 pesos en negocios del microcentro.
Un directivo de GTC, una firma con planta en Ciudadela que recicla a escala industrial, dijo a Cash que las multinacionales presionaron a las empresas que usan reciclados con la rescisión de las garantías de las impresoras, y hasta en algunos casos les hicieron firmar contratos de suministro exclusivo. “Rellenar no es ilegal porque uno con su cartucho hace lo que quiere, pero si eso causa desperfectos no podemos hacernos cargo de la reparación”, se defendió Diego Laufer, de HP.
Mientras tanto, las nuevas empresas del rubro ya pidieron a la Secretaría de Industria que autorice la importación de cartuchos para recargar. Y además de los reciclados, cada vez se venden más clones, imitaciones con marcas alternativas que se importan a precio dólar pero sin pagar las abultadas licencias de los originales.