Bancos desbalanceados
Por Julio Nudler
El 20 de febrero a más tardar los bancos debieron haber presentado ante el Banco Central sus balances de enero, pero no lo hicieron. “Preferíamos no hacerlo”, se rehusaron como Bartleby. El 20 de marzo transcurrió sin que tampoco hicieran lo propio con los balances de febrero. Y la historia se repitió el 20 de abril. En cada ocasión, el BCRA concedió prórrogas. Pero ahora decidió ahorrarse tanto trámite, suspendiendo hasta nuevo aviso todo el régimen informativo mensual, lo cual convierte al sistema financiero en un gran agujero negro.
Esta es la información que, por ahora, la banca seguirá sin entregar al organismo que tiene por deber controlarla: balance de saldos; deudores del sistema financiero y composición de conjuntos económicos; exigencia e integración de capitales mínimos; relación para los activos inmovilizados y otros conceptos; estado de consolidación de entidades locales con filiales y subsidiarias significativas en el país y en el exterior; estado de situación de deudores consolidado con filiales y subsidiarias significativas en el país y en el exterior.
Técnicos del Central explicaron a Página/12 que la confusión introducida desde el Gobierno por la llamada pesificación asimétrica tornó imposible, mientras no se resuelva de algún modo, la confección de estados contables. El hecho es que al cabo de enero estaba vigente la primera versión de la desdolarización, pesificándose determinados créditos y no otros. Pero en febrero se resolvió pesificarlo todo, lo cual incidía de modo diferente en los balances.
Comenzó entonces a dar vueltas el prometido y proyectado bono compensador, para cubrir la diferencia entre el 1 a 1 de los créditos y el 1,40 a 1 de los depósitos, pero su cálculo preciso continúa en la nebulosa, añadiéndose las discusiones sobre el título por el cual tendrán que canjearse los depósitos reprogramados. Resultado de todo esto son cuatro meses largos sin balances bancarios. Por milagro, todavía es dable hallar algunos desvalorizados billetes en ciertos cajeros el día en que uno se levanta con el pie derecho.