Jesucristo al volante
› Por Julio Nudler
Como seguidores del Príncipe de la Paz”, los cristianos deberíamos, reduciendo nuestro consumo de petróleo, aventar circunstancias que podrían conducir a conflictos violentos” (entiéndase guerras). Esta sugestiva exhortación parte de la Red Evangélica Ambientalista (EEN, en su sigla inglesa) y puede hallarse en un sitio de Internet denominado “¿Qué (coche) manejaría Jesús?” (www.whatwouldjesusdrive.org), que es al mismo tiempo el lema de una campaña publicitaria, que abarca a la televisión, y en cuyos avisos se ve a un Jesús lamentoso junto a una autopista atascada. En la página se informa que Estados Unidos importó en 2001 más de la mitad del petróleo que consumió, y que un 25 por ciento provino de Oriente Medio, la seguridad de cuyos recursos petroleros le cuesta a Washington entre 20 y 40 mil millones de dólares por año. También se recuerda que la economía norteamericana cayó en recesión después de cada gran shock en los precios del crudo, una cuestión muy debatida desde el momento en que George W. Bush empezó a avisar que atacaría a Irak. La EEN forma parte de la Sociedad Nacional Religiosa por el Medioambiente (NRPE), integrada por numerosos grupos cristianos y judíos (no por musulmanes ni otros). Esa Sociedad se siente llamada a defender a la Creación divina de los daños que le causan algunas criaturas de Dios. Por tanto, está presionando a las mayores automotrices estadounidenses (las Big Three: General Motors, Ford y Chrysler) a fabricar modelos que ahorren combustible, no sólo porque la polución perjudica especialmente a los pobres, sino también porque con el derroche de carburante se está ayudando a los gobiernos “autocráticos, corruptos y violentos” que detentan el poder en países petroleros (no alude sólo a Sadam Husein). Asegurando cumplir el “mandato bíblico” de preservar la Creación, parte del arco religioso judeocristiano de Estados suma así su prédica a una conocida estrategia, según la cual el arma más eficaz contra cualquier país productor de materias primas es recortar la demanda de ella.