BUENA MONEDA
› Por Alfredo Zaiat
1 Unos quince niños de menos de diez años sostenían carteles de apoyo al funcionario. La manifestación de no más de 200 militantes del PJ se realizó en la puerta de la Secretaría de Comercio Interior, Diagonal Sur y Chacabuco. A los chicos, como si fueran a una excursión escolar, los subieron a un micro en Avellaneda para participar de ese acto de respaldo al cuestionado Guillermo Moreno hace un mes. Ese absurdo de la política, que sólo se le puede ocurrir a admiradores de películas del surrealismo italiano fue avalado por el ministro Julio De Vido, quien recibió a los líderes de esa expresión popular planificada.
2 El fiscal nacional de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, solicitó al procurador general de la Nación la separación de sus cargos del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y de su delegada en el Indec, Beatriz Paglieri. Se los acusa de “falsedad ideológica de instrumento político” y “violación del secreto estadístico”. Según las constancias de la causa, que incluyó treinta declaraciones y numerosa documentación del Indec, Moreno obtuvo el listado de los comercios donde se relevan los precios y Paglieri alteró el índice de precios al consumidor, modificando el rubro turismo, prepagas y verduras.
3 El representante de la Provincia de Buenos Aires en el Mercado Central, Ricardo Angelucci, renunció a la conducción tripartita (Nación y Ciudad de Buenos, además de la provincia) de ese ente concentrador de la producción frutihortícola. Su alejamiento, avalado por el gobernador Felipe Solá, se debió a las continuas amenazas a su persona por patotas protegidas por el poder del Mercado Central y por Guillermo Moreno, quien estaba informado de esos hechos de violencia. “La aparición del secretario Guillermo Moreno como virtual interventor exacerbó el desmanejo de la Corporación”, escribió Angelucci en su informe-renuncia presentado a Solá.
Estas tres historias que tienen como protagonista a Moreno adquieren relevancia no por el personaje en sí, sino por deficiencias en su gestión y mucho más por cuestiones estructurales que hacen a cómo se reconstruye el Estado para su necesaria intervención en la economía. Cuando se mezcla la política de punteros (la manifestación), internas menores (el apoyo de De Vido), prepotencia (manipular el IPC) y violencia (Mercado Central) hasta las mejores intenciones quedan desvirtuadas. La indispensable participación del Estado en mercados concentrados para tratar de evitar excesivos abusos de empresas con posición dominante termina desprestigiada ante la sucesión de despropósitos. Corregir ese desvío no es un síntoma de debilidad, sino de inteligencia en caso de que el objetivo sea recuperar instrumentos de política pública para garantizar la estabilidad y el abastecimiento interno. La renovación de autoridades en el Indec y el diálogo con los eslabones de la cadena cárnica van en ese sentido.
En el Mercado Central todavía no ha habido cambios para recuperar el rumbo. El informe-renuncia de Angelucci, que además de Solá lo recibió Moreno y la senadora Cristina Fernández de Kirchner, revela la necesidad de diseñar una política consistente de intervención estatal. Página/12 informó en su momento sobre la violencia y las patotas del Mercado Central, que tuvieron escasa repercusión en el resto de los medios masivos. Pero, además de ese escándalo, algunos párrafos de ese documento son impactantes en función de la forma en que se afecta la legitimidad de la intervención estatal, a saber:
“Mucho puede hablarse sobre los motivos de las crisis permanentes del Mercado Central y, si bien es de mi convencimiento el carácter estructural de la misma como producto de la ausencia de una política pública sobre el abastecimiento, no es menos cierto que la misma se vio permanentemente agravada por los manejos cuasi-mafiosos de conducciones políticas que utilizaron a la institución para sus intereses personales, políticos o económicos, y a menudo una combinación de todos.”
“Un actor particular de la vida interna del Mercado ha sido el de las cooperativas de changarines habitualmente utilizadas por las conducciones políticas.”
Hubo un proceso de reordenamiento del sector, “a excepción de la cooperativa denominada Rojos y Azules, que persistió en sus prácticas de ‘negreo’ y patoterismo provocando reiteradas sanciones de parte del Directorio que desembocaron en su baja como prestadora del servicio de descarga en el año 2005”.
“El retorno de los cabecillas de la cooperativa dada de baja, que tenían y tienen prohibido el ingreso al Mercado Central, y que culminó en los hechos de violencia sobre mi persona el día 30/08/06.” Se produjo “una suerte de ‘alianza’ tácita entre este grupo y la conducción del mercado basada en la idea de que los enemigos de mis enemigos son mis amigos”.
“Surgimiento de concesiones en el linde de la legalidad, en las cuales se pone en juego el patrimonio de la Corporación”... “son ejemplos del debilitamiento institucional en el que se encuentra” el Mercado Central.
Angelucci explica que el Mercado Central, creado en la década del ’60 como eje de la política de seguridad alimentaria en la Región Metropolitana, es un importante protagonista de la cadena de comercialización frutihortícola puesto que en esa plaza se mueve casi el 50 por ciento del total de frutas y verduras que se consume en la región. La torpe intervención de Moreno en el Mercado provocó fuertes distorsiones con el objetivo de frenar los precios. Angelucci destaca que el intento “de poner límites a los precios finales (de referencia) sin trabajar sobre todos los eslabones de la cadena agroalimentaria aseguró márgenes de utilidad muy elevados para las etapas de comercialización altamente concentradas (hipermercadismo) en detrimento de los sectores productores, enviando una señal negativa hacia dicho sector y consecuentemente provocando una disminución de la oferta futura, realimentando el círculo que se pretende corregir.”
“Puede resultar imperdonable desaprovechar la oportunidad de volver a dotar de contenido y sentido los instrumentos de política pública”, reclama Angelucci, para concluir que se requiere de una política nacional de abastecimiento con un modelo de intervención razonable.
Reflejo de la interna que mantiene con Moreno, la ministra Felisa Miceli convocó a Angelucci la semana pasada para integrar el equipo de trabajo de Economía.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux