EL BAúL DE MANUEL
› Por Manuel Fernández López
Al día de hoy ya pasaron dos fechas en las que Argentina presentó el seleccionado para disputar el campeonato mundial de fútbol en Alemania. No podemos ocultar la emoción al oír las estrofas del Himno Nacional. Lo que no se suele recordar es que el autor de esas estrofas fue uno de los primeros funcionarios públicos del área de economía, al desempeñarse como secretario de Hacienda del Primer Triunvirato (1811-12). Más tarde, al ocupar la Secretaría de la Asamblea del Año XIII junto a Pedro José Agrelo, contribuyó a que se aprobase el proyecto de éste de un cuño para la primera moneda nacional, con los símbolos de las Provincias Unidas, cuyo diseño podemos apreciar hoy en el anverso y reverso de la moneda de un peso. A su vez Agrelo contribuyó a que se aprobase (el 11 de mayo de 1813) el himno de Vicente López y Planes como canción patriótica de este país. Merece analizarse el cuarto verso del himno: “Ved en trono a la noble igualdad”. Una posible interpretación de su significado es el reconocimiento de la Argentina como una nación igual a las demás del mundo. Respalda este punto de vista un pasaje de la Autobiografía (1815) de Belgrano, donde el prócer se refiere a su deseo de que formásemos una de las naciones del mundo. Ese año Belgrano y Rivadavia viajaron a Europa, precisamente para buscar el reconocimiento de las Provincias Unidas como una nación. Al regresar, Rivadavia vino imbuido de nuevas ideas sobre educación y promovió la creación de la UBA, y en ella la de una cátedra de Economía Política. Rivadavia entendía que la ciencia económica existente en Europa proporcionaba un modo de pensar, pero no soluciones aplicables al Río de la Plata, abundante en tierra arable pero sin trabajo ni capital para hacerla producir. Para alcanzarlas, debían complementarse la Economía Política y la Estadística, y con ese fin puso a su amigo Vicente López al frente del Registro Estadístico, una suerte de boletín de estadísticas. Al poco tiempo designó a López profesor de Economía Política en el curso de ingreso a la UBA, e incluso le envió a su casa el sueldo fijado para desempeñar ese cargo docente. Vicente López no aceptó el empleo y rehusó tomar aquel dinero. La cátedra quedó sin inaugurar, por falta de profesor y de texto, situación que se revirtió al aceptar Pedro J. Agrelo dar las clases y publicarse la versión castellana de la economía de David Ricardo, escrita por James Mill.
El cargo que no quiso o no pudo desempeñar don Vicente López y Planes, lo tomó su hijo, Vicente Fidel López (1815-1903), que no sólo fue profesor de Economía Política en la UBA, sino también su rector. El caso tuvo también la singularidad de que López cumplió esa función docente primero en Uruguay, entre 1864 y 1865. De esa experiencia quedaron dos trabajos: “Economía Política”, publicado en Montevideo, y “Fragmentos de Economía Política”, publicado en La Revista de Buenos Aires. En la UBA, a comienzos de 1870, enseñaba Economía Política Manuel Zavaleta, luego de haber pasado por la cátedra el doctor Nicolás Avellaneda. Zavaleta falleció en junio de 1874 y la cátedra pasó a Vicente Fidel López. Este era un ferviente admirador del sistema proteccionista y obró como inspirador de Carlos Pellegrini, Rufino Varela, Lucio Mansilla, Dardo Rocha y otros. Su pensamiento alentó a los alumnos para inspirar tesis doctorales sobre proteccionismo. En ese tiempo, ya Economía Política había dejado de ser una asignatura preuniversitaria para convertirse en obligatoria para obtener el título de doctor en Derecho. Durante el desempeño de V.F. López en la cátedra, Aditardo Heredia presentó la tesis “El sistema proteccionista en economía política” (1876) y Miguel Cané “Protección a la industria” (1878). Vicente F. López tuvo participación en un cargo de importancia ejecutiva a raíz de la crisis del noventa. Al asumir la Presidencia de la República, Pellegrini lo designó en la cartera de Hacienda. “Vicente F. López es el hombre de pensamiento más notable, no sólo del gabinete de Pellegrini, sino de la Argentina toda” (Rivero Astengo). En sus 22 meses de colaboración, Pellegrini y López adoptaron medidas para remontar la crisis y crearon instituciones que sanearon el orden monetario: la Caja de Conversión (ley 2741, del 6/10/1890, promulgada el mismo día por Pellegrini y López), la creación de la Administración de Impuestos Internos (mensaje del 18/12/1890) y el Banco de la Nación Argentina (proyecto firmado por López, enviado al Congreso el 19/5/1891 y sancionado como ley 2841 el 16/10/1891). Según José A. Terry, la paternidad intelectual de los dos primeros proyectos es de López. Falleció el 30/8/1903 a los 88 años. Sus restos reposan en la Recoleta, cerca de próceres de Mayo, fundadores de la UBA, miembros de la Asociación de Mayo y defensores de la economía nacional.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux