FINANZAS › LAS TASAS SON MAS BAJAS QUE LAS DE LA CONVERTIBILIDAD
Y el pescado sin vender
Pese a que el nivel de las tasas de interés para créditos se ubican por debajo del registrado durante la década del 1 a 1, la demanda sigue ausente. La caída de ingresos inhibe a consumidores.
Por Javier Artig
La tasa de interés para créditos sigue descendiendo y, pese a esa tendencia, no se está verificando una demanda sostenida. Por el contrario, los préstamos al sector privado no detienen su retroceso. En el primer bimestre del año, el segmento de créditos en pesos bajaron 155 millones, destacándose la cancelación de 116 millones en el rubro hipotecario. Pero no sólo descienden las tasas activas sino que también lo hacen las pagadas por los bancos a los ahorristas. En ese sentido, los nostálgicos de la convertibilidad no encuentran respuestas a cómo, con flotación del tipo de cambio y luego de la experiencia traumática del corralito, las tasas para préstamos como para colocaciones a plazo son tan bajas, incluso inferiores a las que se registraron durante esos años de supuesta estabilidad.
Además, vale recordar que en la década del ‘90 el mercado contaba con financiamiento externo, bombeo de recursos inexistente en la actualidad. ¿Por qué, entonces, las tasas son más bajas ahora que en aquel entonces? Según Mariano Borzel, consultor externo del Centro de Estudios Financieros del IMFC, una causa de ese comportamiento puede encontrarse en la prima de riesgo país, la cual se cargaba en toda la estructura de tasas, factor que hoy ya no influye. Otro motivo tiene que ver con el excedente de liquidez de las entidades, a lo que hay que sumarle una demanda de crédito que no reacciona a la baja de la tasa de interés. Al respecto, y a diferencia del escenario de la convertibilidad, la depreciación de los ingresos en un contexto de elevado tipo de cambio inhibe a consumidores a endeudarse. Durante el régimen de retraso cambiario del 1 a 1, el auge de consumo vía créditos era una de las características del modelo, y eso pese a que las tasas eran más elevadas que en la actualidad.
Por otro lado, el Banco Central debería ajustar algunas regulaciones para disminuir aún más el costo financiero, a través de cambios en las normas prudenciales y en el régimen de deudores y previsionamiento. Porque, si bien las tasas han descendido bastante, sigue en niveles elevados con relación a la tasa pasiva. Esto es: el spread sigue siendo alto, para beneficio de las entidades. Sólo hay que navegar por Internet y observar las ofertas de créditos de bancos internacionales, que también operan en la plaza local, para comprobar que aquí se cobran todavía tasas caras en función a las que se pagan a inversores. Por caso, en España una entidad líder ofrece créditos hipotecarios al 2,5 por ciento anual.
El desafío 2004 para los bancos, ya que han ingresado en un sendero de recuperación patrimonial, consiste en asumir la función para la que fueron creados: actuar de intermediarios financieros. Para ello, las tasas de interés para préstamos necesariamente deberán descender aún más.