FINANZAS › EL IMPACTO DEL AUMENTO DE LA TASA DE INTERES INTERNACIONAL
Golpea, pero hay defensas
La Reserva Federal subió un cuarto de punto la tasa y encendió luces de alarma. Sin embargo, los países endeudados presentan hoy condiciones más favorables para manejarse en ese nuevo escenario.
› Por Claudio Zlotnik
La decisión de la Reserva Federal de subir la tasa de corto plazo en un cuarto de punto dejó instalada una sensación: que Alan Greenspan será muy cuidadoso. A menos que los datos de la economía estadounidense sorprendan por su fortaleza, los financistas creen que el jefe de la FED manejará el ciclo alcista de manera cautelosa. Ese sería el camino para evitar que la suba de la tasa derive en una crisis en los emergentes, tal como ocurrió en anteriores olas alcistas. No obstante, existe un dato que tienen en cuenta los corredores: esos países se encuentran más resguardados que antes a una política agresiva de la Reserva Federal.
Existen dos antecedentes cercanos sobre el poder de destrucción de la FED: uno entre 1989 y 1990 y el otro ocurrido entre 1994 y 1995. En ambos casos Estados Unidos elevó la tasa de manera imprevista y provocó fuertes desequilibrios financieros, con impacto macroeconómico, en la región. Hubo crisis y las economías, entre ellas la argentina, cayeron en recesión. Greenspan tomó rápida nota de esos efectos nocivos de la globalización y cuando se desató la crisis rusa, en agosto del ‘98, actuó bajando la tasa de interés.
Superado el estancamiento económico en los Estados Unidos, ahondado por los atentados de 2001, ahora Greenspan volvió a preocuparse por la inflación de su país. Pero en el comunicado de la semana pasada ya dejó en claro que su actuación será “mesurada”, a menos que un imprevisto descoloque sus expectativas.
En todo caso, es interesante apreciar algunos cambios que se produjeron en los emergentes desde las últimas sacudidas impulsadas por la FED.
- La principal fortaleza refiere a los altos precios internacionales de los commodities, principal rubro de exportación de la Argentina. Según las cifras oficiales del Indec, los precios de los cereales eran, en 2003, un 26 por ciento más altos que a comienzos de los años ‘90. Una proporción que se incrementó otro 20 por ciento este año. La diferencia con los valores del período 94-95 es menor, en torno del 20 por ciento. Queda claro entonces que la economía actual aparece más robusta y escudada que antes. ¿Puede esperarse un bajón de los precios? Algunas consultoras lo descartan: China y la India son ahora fuertes demandantes de granos. Otras, en cambio, consideran que las materias primas podrían caer otro escalón. Y que ante la merma del superávit comercial reaparecerán las tensiones por el tipo de cambio.
- En estricta relación con la Argentina, la situación fiscal aparece más sólida. No sólo porque la economía está creciendo. También es relevante el hecho de que, con el default, el país quedó al margen de los mercados voluntarios de crédito.
- Sin la atadura de la convertibilidad, los shock externos podrían amortiguarse moviendo la paridad cambiaria. Algunos economistas ortodoxos plantean algunas objeciones a esta cuestión: alegan, por ejemplo, que en Chile hubo una fuerte fuga de capitales entre 1997 y 1998 cuando ocurrió la crisis asiática mientras el peso chileno se devaluaba frente al dólar. No caben dudas de que la movida de Greenspan modificó el mapa financiero internacional. Pero a diferencias de otras veces hay dos hechos que alivian: el mayor resguardo de la economía y un Greenspan mucho más preocupado por la forma de utilizar el arma de la tasa.