FINANZAS › DETALLES DE LA ESTRATEGIA CAMBIARIA DEL BANCO CENTRAL
El dólar bajo control
En la city descuentan un acuerdo con el Fondo Monetario. Ante esaperspectiva, señalan que el Banco Central tiene las herramientaspara hacer retroceder algunos escalones a la cotización de la divisa.
› Por Claudio Zlotnik
Más allá de los tiempos que demore en cerrar la negociación, los financistas están convencidos de cuál será el desenlace de este culebrón: habrá acuerdo con el Fondo Monetario. Un pacto de mínima que permita al menos patear para adelante los abultados vencimientos de deuda de este año. En ese escenario, las presiones sobre el tipo de cambio deberían relajarse. Y el Banco Central estaría en condiciones de replantear su política de intervenciones en el mercado cambiario, buscando la estabilidad e incluso una baja del dólar, lo que le serviría para apagar algunas luces amarillas que se encendieron en las últimas semanas.
Si bien en el BC también descuentan el acuerdo mínimo con los organismos internacionales, los funcionarios pretenden tomar todos los recaudos. Ante la eventualidad de una merma en las liquidaciones de los exportadores de granos, quieren imponer nuevas condiciones a las compañías petroleras y mineras. El objetivo es que la oferta de divisas se mantenga e incluso crezca en la última parte del año. La pregunta, entonces, es qué hará el Central con esos dólares.
Hasta ahora tuvo una estrategia definida: atesorar todos los billetes que pudo, aun a costa de que esa práctica favoreciera un alza en la paridad cambiaria. Los dólares que ganó en el mercado sirvieron para cumplir con los compromisos impostergables. Pero si finalmente llega el acuerdo con Washington, ¿no valdría la pena utilizar el excedente comercial para buscar un descenso del superdólar? El control de cambios establecido por la autoridad monetaria, reforzado ahora con la imposición a las petroleras y mineras, ayudará a tapar la constante fuga de capitales. El objetivo debería ser embolsar todo el superávit comercial, de unos 1200 millones de dólares mensuales, y utilizar parte de éste para lograr un fortalecimiento del peso. Esta nueva política podría incluso abrir las puertas a una caída de las tasas de interés que paga el Central para renovar las Lebac.
Una posición de fuerza del BC sería decisiva para el actual momento económico. Cuando en algunos bancos notaron debilidad, salieron presurosos a comprar fuertes sumas de dólares. Lo hicieron con parte de la liquidez que venían destinando a la suscripción de Letras. Por eso, el stock de Lebac –actualmente en 2670 millones de pesos– cayó en 80 millones en un par de semanas. Si Aldo Pignanelli se valiera del control de cambios para pasar a la ofensiva, podría desincentivar cualquier operación especulativa. Debería cuidar cada dólar de los que ya tiene, pero usar las nuevas liquidaciones de los exportadores para buscar una baja del dólar.