El Banco Central intensificó en los últimos días el ritmo de acumulación de reservas, a partir de una abultada compra de dólares en el mercado de cambios. En la primera semana del mes, el ente monetario adquirió unos 450 millones de dólares, casi el 70 por ciento de lo registrado en el período julio-octubre. La disponibilidad de divisas provino de un mayor ingreso de los exportadores granarios, pero también de parte de petroleras y mineras, a partir de la obligatoriedad de que liquiden todos sus dólares en el mercado de cambios. El objetivo oficial es llegar a diciembre con un volumen de divisas que permita pagar los vencimientos de deuda sin impacto significativo en el stock de reservas.

Un año después de que el Gobierno dispusiera distintas medidas tendientes a reducir la fuga de capitales, el organismo monetario aprovecha el actual contexto cambiario para recomponer reservas. Los análisis ortodoxos se basaron en los últimos días en enumerar la batería de reglamentaciones que llevó a cabo el Ejecutivo, a través de la AFIP y el BCRA, pero sin señalar que, pese a que fue aplicada en forma desordenada, logró su objetivo: frenar la salida de divisas. Según datos oficiales, el stock de reservas se redujo el año pasado por fuga de capitales en más de 3500 millones de dólares, contra unos 410 millones de este año. La contracara fue una salida de depósitos en moneda extranjera, del 50 por ciento sobre los más de 14 mil millones que había en los bancos al 29 de octubre de 2011, cuando se anunció la primera medida.

El freno a la fuga evitó así la erosión de reservas. Pero, el paquete de medidas –más de medio centenar de resoluciones– también se focalizó en generar canales para el ingreso de divisas. El Gobierno restableció entonces la obligatoriedad en el ingreso y negociación en el mercado único y libre de cambios de la totalidad de las divisas de las exportaciones petroleras, de gas natural y licuado y de productos mineros. Este sector gozaba de un tratamiento diferencial para la liquidación de las divisas, pero se dispuso restablecer la obligatoriedad de volcar las divisas en el mercado local “por razones de equidad” para con otros complejos, como el agroexportador. El complejo de petróleo y gas es el tercero en importancia, con un 9,5 por ciento del total exportaciones, superado sólo por el sector agropecuario y la industria automotriz. En el primer semestre acumuló ventas al exterior por 2854 millones de dólares, un 20,5 por ciento más que en igual período de 2011.

Esas divisas fueron liquidadas en el mercado local y absorbidas por el Central. Con un promedio de entre 50 y 100 millones de dólares diarios, el organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont acumuló unos 450 millones en lo que va de noviembre, frente a los 620 millones que compró entre junio y octubre, según fuentes del BCRA. El stock de reservas se ubica de esta manera en sus máximos desde principio de agosto, con 45.400 millones, tras el pago de unos 2200 millones de dólares correspondiente al último vencimiento del bono Boden 2012 que se entregó a los ahorristas atrapados por el corralito de 2001.

El ritmo de compras del Central superó ampliamente lo ingresado por el sector agropecuario, que liquidó a un ritmo diario de apenas 80 millones de dólares, siendo el resto ingreso de divisas de petroleras y mineras, de acuerdo con informes de mesas de cambio. De continuar con este ritmo de acumulación de reservas, el Central podría enfrentar unos 3500 millones de dólares de vencimiento del Global 2017, de los cupones atados al PIB y de los Par y Discount –que se abonan en dólares durante diciembre– sin que se resienta el stock de reservas.

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