La Comisión Nacional de Valores (CNV) condenó esta semana al Standard Bank y a ex directivos de la entidad a pagar una multa de 1.125.000 pesos en su carácter de fiduciario de fideicomisos de la cadena de electrodomésticos Bonesi. El Standard era fiduciario –encargado de un fideicomiso y de la propiedad de los bienes que lo integraban– y delegó algunas funciones de administración y cobro a Bonesi, que tenía que rendir esas cobranzas. En noviembre de 2008 la cadena de electrodomésticos ingresó en convocatoria de acreedores y retuvo ilegalmente el dinero con el que debía pagarles a los tenedores de los fideicomisos. Es el primero y único default que se registró en el segmento de fideicomisos financieros.

El riesgo fue tener a Bonesi en un doble rol de fiduciante y administrador, según los considerandos de la multa, a lo que se sumó que la firma de electrodomésticos incumpliera en el deber de informar sus problemas financieros. Cuando Bonesi comenzó con dificultades dejó de pagarles, como administrador, a los inversores. Como la recaudación no se depositó en los bancos emisores, los inversores que compraron algunas de las cinco series del Standard percibieron los intereses, pero no el pago de capital. En noviembre de 2008 la firma Bonesi solicita la convocatoria de acreedores. La CNV instruyó sumarios tanto al Standard Bank como a la agencia de calificaciones Standard & Poor’s, sancionada con una multa de 350.000 pesos.

En el caso del banco, en los argumentos de la condena la resolución establece que la “omisión de informar en debida forma sobre demoras y retención indebida de fondos percibidos por Bonesi, y una falta de debida diligencia, con directa incidencia en los fideicomisos concertados”. “El fiduciario y demás sumariados consideraron intrascendentes los atrasos de Bonesi y los montos retenidos antes de incurrir en mora total”, observa. Los sumariados cuentan con la posibilidad de apelar la sanción.

El caso Bonesi originó una serie de cambios normativos en la negociación de fideicomisos. “El Consejo Profesional de Ciencias Económicas consideró necesario que el fideicomiso –como organización de negocios– presente información periódica en tiempo y forma de estados contables, según la trascendencia económica y jurídica de su patrimonio, o si lo justifica la gestión o administración involucrada en el contrato de creación”, indica el texto de la sanción. En referencia a ello, la CNV estableció para los fideicomisos bajo oferta pública un régimen informativo trimestral –-además del anual–, mediante estados contables independientes, con indicación de los libros a llevar por el fiduciario. Esta medida se complementa con la obligación de informar el cobro de las cuotas de los créditos en tiempo real al fiduciario.

Desde entonces no se registraron nuevos episodios de insolvencia, aunque en el mercado insisten en que el caso Bonesi es también un ejemplo del pésimo proceder de las calificadoras de riesgo. En este caso, no anticipó el riesgo del agente de cobro sobre la responsabilidad de incumplir con la obligación de transferir el dinero para pagar a los inversores. La reforma en el marco regulatorio del mercado de capitales que se sancionó el año pasado, y se encuentra en etapa de reglamentación entre Economía, CNV y actores privados, busca romper con el oligopolio de las calificadoras de riesgo Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, al abrir la posibilidad de que las universidades públicas funcionen también como agencias de rating.

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