Esta semana las empresas que cotizan en Bolsa presentaron los balances anuales, los cuales arrojaron en su mayoría ganancias record y mejoras respecto de los ya abultados resultados del ejercicio previo. Los grandes beneficiarios del modelo económico fueron los bancos, que en promedio mejoraron en un 50 por ciento sus ganancias interanuales. Los acompañaron las empresas de telecomunicaciones. Las energéticas revirtieron parte de sus resultados negativos. De las firmas vinculadas con el sector petrolero, la más destacada fue el balance de la estatal YPF, que reportó una ganancia de 5125 millones de pesos, con fuerte crecimiento en el rubro inversión.

La rentabilidad del sector financiero a lo largo del último lustro supera el desempeño de cualquier otro sector. Según el relevamiento del Banco Central, la banca privada ganó el año pasado 17.417 millones de pesos, 44 por ciento por encima del resultado de 2012 (12.086 millones). Entre las cotizantes, el mayor margen fue para Macro, propiedad de Jorge Brito, banquero que en los ochenta fue alfonsinista, en los noventa menemista, luego kirchnerista y ahora massista. Crítico del modelo económico, Brito recibió en las últimas semanas varias sanciones para su banco por parte de la Unidad de Información Financiera por no cumplir con los estándares de prevención de lavado de activos. Macro ganó 2443 millones de pesos. Le siguió el BBVA Francés, con un resultado positivo de 2024 millones de pesos, de los cuales apenas 28,8 millones distribuirá entre los accionistas como dividendos. En tanto, el Galicia ganó 1824 millones de pesos. No distribuirá dividendos. En los últimos doce meses las acciones de esos bancos subieron de 75 a 110 por ciento.

La otra actividad con muy elevada rentabilidad volvió a ser la de telecomunicaciones. Telecom contabilizó una ganancia de 3202 millones de pesos. Registró ventas del grupo por 27.287 millones de pesos, 23,4 por ciento por encima del año pasado, cargos por datos fijos (31,0 por ciento), Internet fija (25,6 por ciento), y el negocio móvil (25,6 por ciento). Las inversiones de Telecom fueron de 4851 millones de pesos, 48,9 por ciento más que en el ejercicio anterior.

En el rubro energético la nota destacada fue YPF, que se reflejó en el comportamiento de sus acciones, con un alza de 120 por ciento durante el año pasado. El balance arrojó una ganancia de 5125 millones de pesos, que significó un incremento del 45 por ciento respecto del año previo, frente a un crecimiento de entre 5 y 8 por ciento promedio del trienio anterior. La mejora fue por mayor inversión, aumento de 3,4 por ciento en la producción de petróleo y de 2,2 por ciento en la de gas. Las reservas probadas treparon un 11 por ciento. Su competidora, Petrobras Argentina, le siguió con una ganancia neta 779 millones de pesos, 46 por ciento por encima de los 618 millones del ejercicio anterior.

En la plaza de las energéticas hubo muchas especulaciones en los últimos meses por un eventual ajuste de tarifas, lo que motivó que las acciones de Edenor acumularan en los últimos doce meses un alza de 245 por ciento. El resultado operativo de la compañía fue una ganancia de 717,7 millones de pesos, que se contrasta con la pérdida de 1016,4 millones de 2012. Esta reversión contempla “el reconocimiento parcial de los mayores costos previstos en el acta acuerdo suscripta por la sociedad y el Estados Nacional (2993,1 millones de pesos)”, según el balance enviado a la Bolsa. La empresa, que junto a otras distribuidoras tuvo serios problemas de abastecimiento energético a fines del año anterior y principios de éste, destaca que en 2013 realizó inversiones por 1092,3 millones de pesos para aumentar la oferta.

También contabilizó buenos resultados Pampa Energía, con una ganancia de 286,0 millones de pesos que, en su mayoría, irá a una reserva para futuras inversiones este año. La siderúrgica Tenaris finalizó con un resultado positivo de 2107,3 millones de pesos, mientras que Solvay Indupa cerró el año con una pérdida de 101,4 millones de pesos. Los resultados de la empresa están siendo investigados por la Comisión Nacional de Valores ante una posible subestimación para favorecer la adquisición de la compañía por parte del holding brasileño Braskem.

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