FINANZAS › FINANCISTAS PERPLEJOS POR LA RESTRICCIóN A LOS CAPITALES ESPECULATIVOS
Las fiestas también terminan
Después de más de una década de liberalización del sistema durante
el menemismo y el continuismo de De la Rúa, el control a los capitales golondrina cayó como un balde de agua fría sobre la city.
Por Claudio Zlotnik
Después de una década de guiños cómplices por parte del gobierno menemista y luego de la Alianza, los financistas creen que el escenario con la administración Kirchner será distinto. El control sobre los capitales golondrina se convirtió en la primera medida que involucra directamente al corazón de sus negocios. Los más asustados suponen que sólo es cuestión de tiempo hasta que se anuncien más iniciativas en contra del capital financiero.
Los inversores locales y extranjeros estaban acostumbrados a las palmaditas permanentes. Se trataba de mimarlos para generar el famoso “círculo virtuoso”, por el cual el arribo de inversiones desde el exterior, colocadas en activos financieros, reducirían las tasas de interés (riesgo país) y de esa manera se motorizaría la economía. Pero la historia finalmente demostró que ése era un juego basado en un espejismo. Y el colapso se produjo a fines de 2001.
Un año y medio después de la debacle, en la city juzgan que la diferencia con el actual gobierno es solamente una cuestión de ideologías. Les cuesta creer que así como los anteriores, en especial el menemismo, supusieron que lo óptimo era apostar ciento por ciento por el libre mercado, ahora a la dupla Kirchner-Lavagna le conviene jugarse por un dólar revaluado para que la actividad económica no pierda empuje. Y evitar así una fuerte volatilidad en el tipo de cambio.
El argumento de la decisión, a contramano de los manuales del Fondo Monetario y del Tesoro de Estados Unidos, aparece como sensato. A pesar de la fuerte baja de las tasas de interés en los últimos dos meses –la tasa pasiva promedio pasó del 25 al 11 por ciento anual en ese período–, la Argentina sigue siendo uno de los mercados emergentes más atractivos. Según un informe elaborado por las consultoras Global Investment y KP&M, la tasa de interés real se ubica en el 8,6 por ciento anual. Sólo superado por Turquía, con un nivel del 9,3 por ciento. En Brasil, donde existe una fuerte discusión acerca de la estrategia oficial sobre la política monetaria, la tasa de interés real se ubica en el 4 por ciento anual. Es decir, la mitad que en la Argentina.
No caben dudas de que, en medio de la baja inflación y de la revaluación del peso, el mercado argentino es propicio para la bicicleta financiera. Pero así como, hace un año, la implementación de los primeros controles cambiarios ayudó a morigerar la devaluación y frenó la ola especulativa, estas nuevas medidas podrían favorecer la estabilidad financiera y las inversiones productivas.