Por Susana Díaz

Las lanas y carnes ovinas son el principal producto de las estepas semiáridas de la Patagonia, donde se concentra el 62 por ciento de las existencias ovinas del país, alrededor de 8,5 millones de cabezas de ganado. El 82 por ciento de los más de 11.100 productores existentes son de subsistencia, 11 por ciento son pequeños productores de menos de 2000 ovinos, y el 7 por ciento restante corresponde a empresas medianas y grandes que poseen más de 2000 animales.
En los últimos años el sector ha soportado sucesivas crisis, desde problemas climáticos como sequías o nevadas persistentes que han diezmado las majadas, hasta desastres naturales, como los efectos provocados por la erupción del volcán Hudson. Si bien no fue ajeno a los avatares económicos del país, el principal efecto negativo provino de la disminución de los precios internacionales de la lana. Pero dado que se trata de un producto que mayormente se exporta, se ha visto favorecido por la devaluación de 2002 y comienza a mostrar señales de recuperación.
No obstante, las secuelas dejadas por los tiempos pasados son el alto grado de endeudamiento de los productores y la sobrecarga de los campos, lo que convive también con el abandono de tierras producto de la descapitalización. Las explotaciones son extensivas y predomina el uso de campos naturales, una forma de utilización del suelo que, en las últimas décadas y en algunas zonas, ha provocado el inicio de procesos de desertificación por la mencionada sobrecarga de pastoreo.
En la zona norte de Santa Cruz, Chubut y Río Negro, predomina la raza Merino, en sistemas orientados hacia la producción de lanas finas (18-21 micrones). En el sur de la primera provincia y en Tierra del Fuego predomina la raza Corriedale, en planteos doble propósito: lanas cruza fina (25-27 micrones) y corderos. La mayor parte de la fibra de lana producida se exporta con algún valor agregado, pero sólo alrededor del 35 por ciento de las exportaciones de lana lavada y peinada es de lana fina, la de mayor valor. El restante corresponde al tipo de cruza fina o de inferior calidad. En total, el valor de las lanas exportadas de la región ronda los 100 millones de dólares. El polo de Trelew, en la provincia de Chubut, es el principal centro industrial lanero del país, y concentra el 90 por ciento de la capacidad instalada en funcionamiento.