Por Susana Díaz

En el último Informe Económico de Ciccra, una de las cámaras que agrupan a la industria frigorífica, se detallan las razones de los aumentos de los precios de la carne registrados en los últimos meses. Como se detalló en esta columna, las alzas se debieron fundamentalmente a la reapertura de los mercados de exportación. El informe de los productores suma algunos datos adicionales que explican por dentro tanto el comportamiento de la demanda como el de la oferta. Entre las conclusiones se encuentran algunas similares a los de otros sectores que en el 2004 registraron crisis de oferta, por ejemplo, el crecimiento de la economía.
Según los datos de Ciccra, en los primeros siete meses del año, los volúmenes procesados de carnes mostraron un alza de 13,9 por ciento. A pesar de la mayor oferta, los precios hasta julio registraban una suba acumulada, contra noviembre del 2003, del 7,9 por ciento.
En el mercado interno, la presión sobre la demanda vino por el lado de la recuperación del poder adquisitivo de la población, que luego de crecer el 7,8 por ciento en términos reales en el 2003, se mantuvo en torno al 7 por ciento en lo que va del 2004. Dada la propensión de los argentinos al consumo de carne, los mayores ingresos se tradujeron en una mayor demanda. El consumo de carne vacuna pasó de 55,7 kilogramos anuales por habitante en febrero del 2003 a un techo de 63,9 kilogramos en marzo del 2004.
Sin embargo, el aumento más que proporcional de los precios, explicado en parte por la mejora de las exportaciones, introdujo un freno automático a esta expansión del consumo doméstico. El citado 7,9 por ciento de suba de precios se combinó también con una baja sensible en los valores del principal consumo sustituto, la carne aviar. Entre noviembre y junio, los pollos bajaron el 8,7 por ciento. En consecuencia, en este período, los precios promedio de los cortes vacunos aumentaron “18,2 por ciento con relación al precio promedio de la carne aviar”, se destaca en el documento. Si la comparación se realiza con respecto al conjunto de alimentos y bebidas, la carne vacuna se encareció, siempre en el período bajo análisis, el 4,3 por ciento.
En cuanto al restante componente de la demanda, las exportaciones, se destaca que la Argentina, tras la última crisis de la aftosa, se encuentra en una etapa de recuperación de mercados, por ejemplo Rusia y Chile, en un contexto en el que la oferta mundial permanece relativamente estable. Esta situación permitió que “los frigoríficos argentinos exporten mayores cantidades a mayores precios por tonelada”, se puntualiza en el informe. Con datos provisorios sólo para los primeros cinco meses del año, Ciccra sostiene que los volúmenes exportados subieron 25,5 por ciento con respecto a enero/mayo del 2003, mientras que los precios lo hicieron el 13,7 por ciento. En consecuencia, los ingresos por exportaciones crecieron el 42,7 por ciento.
La pregunta clave, desde la perspectiva de los consumidores, es si el sector se encuentra en condiciones de sostener un crecimiento de la producción que evite la expansión de la brecha entre la oferta y la demanda, y en consecuencia, de los precios.