Por Susana DIaz

El Gobierno vetó esta semana una ley que intentaba perpetuar el arancel diferencial del 20 por ciento con el que se protege, hasta 2005, a la producción azucarera local. Respondiendo a las demandas del sector, la norma sancionada por el Congreso a fines de noviembre introducía un urticante escollo en las negociaciones para afianzar el Mercosur que se realizarán en Montevideo. Cabe recordar que Brasil, que posee una producción subsidiada a raíz de los estímulos que otorga a su complejo sucroalcoholero, que provee combustible para el autotransporte, está de acuerdo con el arancel hasta 2005, fecha en la que los subsidios brasileños deberán desaparecer. El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, recordó que en la reciente reunión de Asunción se acordó con Brasil “que si de aquí a 2005 desaparecen las asimetrías comerciales, entonces desaparece la protección arancelaria y si en ese año no desaparecen, se tendrá que prorrogar esa protección”.
El presidente del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán, Otto Gramajo, consideró que la actitud del gobierno nacional refleja despreocupación por resolver el problema de la desnutrición infantil en su provincia. “Es una burla que vengan con todo un operativo social a la provincia, y luego destruyan la industria madre de Tucumán”, afirmó. Sin embargo la súbita preocupación social del dirigente contrasta con los aumentos en el valor del producto. Durante 2002 su precio subió en torno al 200 por ciento, es decir, casi 5 veces la inflación minorista. Y el azúcar es uno de los bienes que integran la Canasta Básica de Alimentos, la misma a la que se les dificulta acceder a los desnutridos de Tucumán y de todo el país.
El año pasado los 15 ingenios de Tucumán produjeron 915 mil toneladas de azúcar por un valor superior a los 220 millones de dólares. En medio de la crisis, esta producción fue superior a la de 2001 en más de 50 mil toneladas. Y esto a pesar de que las plantas fabriles molieron menos caña. Según explicó el Centro Azucarero Regional Tucumán, la diferencia entre caña molida y cantidad de azúcar producida se debió a los mejores rendimientos, 10,17 por ciento más, del insumo base.