Por Susana Díaz

En materia de exportaciones de carne, el regreso a la normalidad será lento. El error cometido por las autoridades argentinas durante la triste gestión de Antonio Berhongaray-Fernando de la Rúa, con la complicidad unánime de las entidades representativas del agro, dejó marcas profundas en la confianza de los funcionarios internacionales. En especial en la Oficina Internacional de Epizootias, que alguna vez otorgó al país la condición de “libre de aftosa sin vacunación”, el máximo triunfo económico de la Alianza.
Tal vez recordando los ímpetus despertados en aquella época, o quizá queriendo conservar cargos frente a los potenciales recambios que traerá el nuevo gobierno, algunos funcionarios del Senasa dejaron trascender que la OIE estaría por declarar nuevamente al país libre de aftosa sin condiciones. Y esto, mucho antes de que se cumplan los plazos formales establecidos por el organismo sanitario internacional para que Argentina pueda ser considerada libre de aftosa, no sin condiciones, sino “con vacunación”. Esto es, 18 meses después del último brote de la enfermedad, que oficialmente se produjo el 6 de enero de 2002, un plazo que se cumpliría el 7 de julio próximo. Así, fue la propia OIE quien debió salir al cruce de los rumores y el pasado 23 de mayo emitió un comunicado explicando esta situación.
En el último informe económico de Ciccra, una de las principales cámaras de la industria de la carne, los propios interesados destacaron que la diplomática respuesta de la OIE evidencia una nueva pérdida de confianza hacia la Argentina por parte de los funcionarios de Canadá, Estados Unidos y la UE, lo que resulta preocupante cuando entre los principales objetivos del sector está la recuperación del mercado del NAFTA. Fuentes empresarias dijeron a Cash que no se espera recuperar el mercado canadiense hasta fines del corriente año, mientras que el estadounidense deberá esperar hasta mediados del 2004.
Pero sobre el sector industrial pesa también otra preocupación. Se trata de las “insistentes versiones de un mal informe a raíz de la inspección realizada por los auditores norteamericanos en abril”, según detalla Ciccra. Estos temores se refieren al informe realizado por los auditores de la Oficina de Lucha Antifraude de la UE realizado en el mes de febrero pasado como consecuencia del cual ya se retiraron a dos frigoríficos las licencias para exportar a ese destino.