Esfuerzo compartido
Aferrados a un orden estrictamente jurídico, invocando fallos y opiniones de juristas, algunos jueces de la Nación se arrogan el derecho de “sentenciar justicia” ignorando de pleno la realidad socio-económica en que se encuentra inmersa la mayoría de los habitantes de nuestro país.
Parecería que a esta clase de “legos” les resulta indiferente la situación de miles de ciudadanos que, ante urgencias económicas propias de la debacle laboral y financiera de los últimos años, debieron recurrir a “prestamistas” inescrupulosos y someterse a cláusulas contractuales y tasas usureras de dificultoso cumplimiento. Por ello, resulta inadmisible que dicten sentencia sustentando sus fallos en el “principio del esfuerzo compartido”, colocando en la balanza de la Justicia con igual peso, a ambos ciudadanos –deudor y acreedor–, obviando causas y efectos de dos realidades notoriamente distintas, y lo que es más grave aún, declarando inconstitucionales leyes sancionadas por el Honorable Congreso de la Nación. Cuando la crisis económica es tan pronunciada que corroe los cimientos básicos de la sociedad, más que nunca se requiere de una Justicia amplia y contemplativa. De lo contrario, no hará otra cosa que ahondar la desigualdad social y comprometer seriamente el orden público.
Daniel Juan Aprile
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