LEGISLADORES

Es difícil comprender a los legisladores de nuestro país. Han dictado leyes que violan a otras leyes. Y solamente lo que se busca es mayor recaudación para el Estado. No es suficiente con tener un IVA del 21 por ciento sino que a eso le agregamos retenciones, impuestos internos, a los débitos y créditos y cientos más. Es sabido que cuando los impuestos superan el 33 por ciento es confiscatorio. ¿Y? No importa, hoy se pone el impuesto y si mañana se declara anticonstitucional, ya fue cobrado y “a llorar a los caños”. Lo más vergonzoso es que los legisladores y los funcionarios lo saben, pero igual insisten. Es un precepto constitucional de que un impuesto no puede generar otro impuesto. Esto está aceptado, pero igual se viola. Las provincias gravan todos los artículos que se comercializan dentro de sus límites con el “Impuesto a los Ingresos Brutos” y sobre eso se aplica el IVA. Lo mismo sucede con los municipales e internos. ¿Alguien dice algo en su contra? No. Se paga y basta. Y se ha hecho una costumbre. Hasta los Tribunales fallan a favor del Estado por ignorancia. ¿Es eso lo que se llama Justicia? Venga a Argentina, hoy le damos el 15 por ciento, mañana nos declaramos en default y no pagamos. Lo que hoy es constitucional, mañana deja de serlo. Falta coherencia e idoneidad, pero seguimos jugando a las bancas. Y nadie es responsable o sea que son todos irresponsables. ¡Lindos candidatos!

Juan R. Bell
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Río Cuarto

ERRORES

Existe un error común a la hora de hablar de contadores, y es creer que el área en la que trabajan es “exacta”. Tenemos que luchar mucho contra ese prejuicio. Creo que el único rubro en el que los contadores pueden hablar de “exactitud” (y lo digo por experiencia propia, porque soy contador) es el que representa el dinero en efectivo que una entidad posee en un momento dado (el denominado por las normas técnicas “Caja y Bancos”). Luego, en todas las demás demostraciones contables, existe una cierta cuota (mayor o menor, según el caso) de subjetividad e incertidumbre. Lo que los contadores muestran (y que significa, a la vez, una ventaja y una desconfianza por parte de terceros) es una cierta “aproximación a la realidad”, pero no siempre “exactitud”. Dos estados contables elaborados por dos contadores distintos podrían arrojar cifras distintas y, sin embargo, estar elaborados correctamente de acuerdo con las normas técnicas. Cuando un contador estima las depreciaciones, no está trabajando con “exactitud”. Cuando un contador estima los futuros incobrables que presentará una empresa, tampoco está trabajando con “cifras exactas”. Por lo tanto, me parece una opinión lanzada a la ligera y sostenida a través de un “lugar común” esa afirmación que sostiene que “los contadores trabajan con cifras exactas”. Y si a algún lector todavía le quedan dudas, que le pregunte a la AFIP.

CP Ariel Scoccia
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