Estimada Susana Díaz: soy productor agrícola-ganadero de la provincia de Córdoba, y he leído su artículo en la pagina web del diario, referido al estancamiento del stock (Cash, domingo 9 de abril). Al respecto me permito algunas digresiones: el señor Alberto Samid no está rodeado de un “halo de poca transparencia”, sino que durante el menemismo fue el máximo evasor en el tema carnes de la Argentina. Que no haya recibido condena alguna por las innumerables causas que le fueron abiertas no es de extrañar en este país. Si el stock ganadero se mantiene igual que el de hace más de 30 años es gracias al esfuerzo tecnológico que han realizado (perdón, que hemos) los ganaderos, ya que si bien el número de cabezas es el mismo, la superficie en la que se desarrolla es infinitamente menor que en aquellos tiempos. Se produce la misma cantidad de carne, y además se han multiplicado las producciones de soja, maíz, trigo, etcétera, lo que redunda en una balanza comercial positiva para el país, o lo que es lo mismo, el ingreso de capitales genuinos, y no golondrinas que vienen por las tasas y luego se van. Los agrodólares se quedan y se invierten en el país. Esto se puede ver en cualquier pueblo o ciudad del interior, a pesar de que el gobierno central se queda con el 20 por ciento de los ingresos de los agricultores, tanto de los megasembradores de la Pampa Húmeda como de los pequeños productores algodoneros del Chaco. A todos nos confiscan el 20 por ciento: la productividad del rodeo nacional es baja, aun menor al 60 por ciento que usted menciona, y esto es porque las vacas han ido a parar a los lugares más inhóspitos del país. De todas maneras, pretender más de un ternero por vaca de cría es algo que sólo se puede hacer (y se hace) en las cabañas a través del proceso de transferencia embrionaria, a un costo sideral. El período de gestación de una vaca es de 9 meses, y necesita 2 más (puerperio) para recuperarse, con lo que sólo le queda un mes para preñarse, ya que el año todavía tiene sólo 12 meses. Dado que la vaca se alza y está en condiciones de ser fecundada solo 1/2 día de cada 21, en el mes que le queda para preñarse (12-9-2) sólo tiene un celo y medio por año: si queda preñada es un milagro en condiciones extensivas. Claro, en Europa, con la vaca estabulada se preña siempre, pero tengamos en cuenta que en Roma el kilo de molida cuesta 80 pesos (lo acabo de comprobar con mis propios ojos). A ese precio, yo tambien tendría la vaca en el living de mi casa. Resumiendo, que todavía el stock ganadero de Argentina siga rondando los 50/60 millones de cabezas es sólo gracias al esfuerzo de los ganaderos que desde Tierra del Fuego hasta Orán luchan todos los días contra el clima, la aftosa y las pésimas medidas del Gobierno.

Carlos M. Alonso
Ingeniero agrónomo
Río Cuarto
Córdoba
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