Los smartphones sufren aún más que los viejos teléfonos el impacto de las caídas debido a su sofisticación y el uso de materiales como el cristal. Por eso Amazon patentó un sistema con el que pretende acabar con las pantallas táctiles rotas. El sistema baraja distintas posibilidades para evitar daños, pero fundamentalmente consiste en dos ideas: un airbag similar al de los coches y un mecanismo de reorientación del dispositivo. La idea de Amazon es que el sistema se ponga en marcha de una forma similar al de los airbags para coches. Esto es, cuando el smartphone registra una velocidad anormalmente rápida. El sistema de reorientación buscaría la mejor posición para recibir el impacto. El dispositivo contaría con varios elementos de reorientación como un peso móvil, un giroscopio o un sistema de propulsión de gas.