Una empresa holandesa presentó un teléfono inteligente en cuyo proceso de producción priman los valores sociales. “Compra un teléfono, empieza un movimiento”, es el lema de Fairphone (teléfono justo), un smartphone que pretende, a través de su ejemplo, solventar los problemas e injusticias que surgen a lo largo de la cadena de producción de los teléfonos móviles. La empresa, con sede en Amsterdam, empezó en 2010 como un proyecto centrado en la sensibilización de los conflictos y las guerras causadas por el suministro de los minerales utilizados en la industria electrónica, en especial en la República Democrática del Congo. Trabajando con organizaciones como Raise Hope for Congo y Conflict-free Tin Iniciative, los materiales que utilizan están “libres de conflictos”, garantizando que estos minerales no están financiados por grupos armados ilegales.