Domingo, 12 de junio de 2011 | Hoy
MUNDO FINANCIERO › ESTADOS UNIDOS VERSUS GRAN BRETAñA
Por Carlos Weitz
Seducir al capital financiero no es una tarea sencilla. A nivel internacional, algunas jurisdicciones buscan mejorar su atractivo fijando menores regulaciones que las vigentes en los centros financieros con las que compiten. Las dos principales plazas financieras del planeta, Nueva York y Londres, han sostenido durante los últimos dos siglos una fuerte competencia estableciendo alternativamente regulaciones diferenciales que las ayudaran a atraer al exigente y volátil mundo inversor. El reciente endurecimiento de las regulaciones norteamericanas, al aprobar el Congreso norteamericano la ley de reforma financiera impulsada por Barack Obama, amenaza con socavar el dominio del mercado estadounidense en relación con otros centros financieros menos puntillosos. Por tal motivo, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Timothy Geithner, lanzó esta semana fuertes declaraciones atacando la laxitud del esquema regulatorio londinense vigente en los momentos previos a la crisis financiera internacional del 2008, señalando que “el experimento del Reino Unido diseñando una estrategia de regulación ligera para desviar negocios de Nueva York y Frankfurt a Londres terminó trágicamente. Eso debería servir de advertencia para que los otros países trataran de sacar ventajas del establecimiento reciente de normas más estrictas en los Estados Unidos”. Geithner no ocultó su temor a que los centros financieros en Asia establezcan regulaciones más laxas amenazando el liderazgo que hoy ejercen las plazas de Nueva York, Londres y Frankfurt.
Una de las principales dificultades que enfrentan las autoridades de los distintos países a la hora de avanzar en la nueva estructura financiera internacional es que el proceso adquiere intensidades y velocidades distintas en cada una de las naciones involucradas, hecho que puede llevar a que la operatoria financiera se vaya trasladando hacia regiones donde los estándares sean menos rigurosos. Ante el riesgo concreto de que el mercado financiero norteamericano pudiera perder cuota de mercado es que el secretario del Tesoro norteamericano remarcó la necesidad de avanzar hacia una mayor coordinación entre Estados Unidos y el resto del mundo a la hora de aplicar las nuevas reglas que deben gobernar el mundo de las finanzas, apuntando concretamente a los mercados de derivados. Los comentarios de Geithner se producen en momentos en que el Consejo de Estabilidad Financiera, una entidad internacional organizada para desarrollar regulaciones bancarias en común, trabaja en la creación de acuerdos globales acerca de una amplia variedad de normas bancarias para el mercado de derivados, segmento que mueve una cifra cercana a los 450 billones (millones de millones) de dólares. Los derivados son instrumentos financieros cuyo valor depende del precio de un activo (bonos, acciones o mercancías), de tasas de interés, de tipos de cambio, de índices (pueden ser de acciones, precios), o de cualquier otra variable cuantificable. Geithner pronosticó que en caso de mantenerse las asimetrías y las diferentes velocidades en la implementación de las reformas “el riesgo de los derivados se concentrará en aquellas jurisdicciones con menor supervisión”. Precisamente el concepto de arbitraje regulatorio se refiere a la elusión de normas, operando a través de productos o de mercados menos regulados. Las dificultades aparecen cuando esa búsqueda de menores regulaciones termina afectando al sistema financiero y a la economía mundial tal como sucedió con la caída del banco de inversión Lehman Brothers y con el rescate de la compañía de seguros AIG en el año 2008.
Para enfatizar la relevancia que el Tesoro norteamericano le da a esta problemática, Geithner concluyó que de no avanzarse en forma coordinada y simétrica en las regulaciones internacionales, se estarán creando las condiciones para una nueva crisis financiera
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.