La bolsa sigue funcionando sólo como un refugio
La fuerte suba de las acciones se explica porque el mercado accionario sirvió como una salida del corralito y un refugio contra la devaluación. Pero todavía lo que reina es la incertidumbre.
Por Claudio Zlotnik
A pesar de la fuerte alza de las acciones, los financistas creen que todavía no llegó el momento de volver a apostar por los papeles empresarios. Por ahora, el mercado accionario sirvió como buen refugio contra la devaluación y como una salida del corralito. Pero nadie está sacando dólares del colchón para comprar acciones. La suba promedio apenas acompaña la brusca suba de la moneda estadounidense.
En efecto, desde que los depósitos quedaron encerrados en los bancos, el alza promedio de los papeles se duplicó (el índice MerVal pasó de 200 a casi 400 puntos desde el pasado 30 de noviembre). Mientras tanto, el dólar subió de 1 a 2 pesos. Es decir, las acciones acompañaron la devaluación pero no significaron una rentabilidad adicional. La mejora del MerVal, entonces, se parece más a un espejismo que a una realidad.
Este comportamiento mezquino tiene su explicación. Para los inversores no existe ninguna señal de que la economía volverá a crecer. Todo lo contrario, en la city sacan cuentas de cuánto se está contrayendo la actividad económica. Y no hay perspectivas de una expansión en el corto plazo.
La revaluación de las acciones al compás del movimiento del dólar intenta preservar el valor de los activos empresarios. Pero no debe olvidarse que los precios vienen de pisos históricos, y que lo más probable es que haya un fuerte salto no bien existan indicios de que la economía revive.
Por ahora, los financistas se mueven con total incertidumbre. Se desconoce cuál sería el valor del dólar en caso de que se aboliera el corralito. Y cuál será el impacto final sobre la economía real. Frente a este panorama, la compra de acciones atiende al único fin de cubrirse de la devaluación y de escapar del corralito a cambio de papeles de empresas. En este contexto, ningún sector económico escapa a las oscuras reglas de juego. Vale un repaso por los distintos tipos de acciones.
- Petroleras. A pesar de que sus utilidades están atadas al precio internacional del crudo, todavía se desconoce el impacto de un eventual nuevo impuesto al sector para compensar a los bancos por la pesificación.
- Servicios públicos. Sin conocer el precio de equilibrio del dólar, no se puede saber el impacto de la pesificación de las tarifas sobre el valor de las acciones.
- Bancos. Sin duda, estos son los papeles más perjudicados por la crisis. Los activos de las entidades quedaron resentidos por varias causas, como el default. Todavía se desconoce la compensación que recibirán por la devaluación.
- Consumo. Además de las pérdidas por la abrupta caída del consumo, muchas empresas tendrán que renovar stock al nuevo precio del dólar y habrá que tomar nota de los costos que afrontará por esta realidad.