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El Fondo de Capital Social (FONCAP) es una empresa mixta, creada por iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social, que financia y asesora a instituciones que otorgan crédito a microempresas. A partir del año 2000, y más profundamente desde la crisis de 2001, incorporó la dimensión social en los criterios de financiamiento. Esto le permitió ampliar y diversificar sus operaciones. Con la devaluación, las líneas de crédito se orientaron hacia cooperativas y organizaciones de pequeños productores exportadores: cooperativas agrícolas, apícolas, vitivinícolas, de pescadores y de productores yerbateros. A través de los préstamos hechos a distintas instituciones, más de 15 mil microempresarios accedieron al crédito.
Según el gerente general de FONCAP, Gabriel Katopodis, “se formaron dos líneas de crédito. El sector agropecuario, que se encuentra en buenas condiciones para exportar. Y el urbano, que se mueve sustituyendo importaciones a través de emprendimientos relacionados con las actividades alimentaria y textil”.
En los últimos cinco años, la cartera activa de créditos creció en casi un 150 por ciento, mientras que se diversificó el tipo de proyectos financieros. Las Microfinanzas Productivas prevalecen en zonas rurales y permiten a los pequeños productores acceder a fuentes de financiamiento. Las Instituciones de Financiamiento a Microempresas (IFM) están dirigidas a las pequeñas empresas y representan el mayor porcentaje de población atendida, ya que prestan los créditos de menores montos. La Banca Micro trabaja con organizaciones de base, desarrollando un producto financiero para microempresarios. Y la Pre Banca Micro surgió para dar respuesta al deterioro productivo generado por los altos índices de pobreza y desocupación de los últimos años.
Para otorgar los préstamos, se evalúa la historia de las instituciones crediticias que están en contacto con las poblaciones. Se revisa su cartera, para medir el nivel de mora, y su funcionamiento. “No se trata de un control sobre las formas de préstamo, sino de un monitoreo sobre la asignación de los créditos a la población objetivo, que deben ser microempresarios”, explicó Katopodis.
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