El crecimiento de China en la última década se basó en tres pilares fundamentales: el aumento de la inversión, el consumo y las exportaciones. En este sentido, es importante destacar que en la última década China se ha posicionado como una fenomenal productora de tecnología, un significativo imán de las inversiones, una clase media pujante y en ascenso y recursos humanos altamente calificados. En materia de comercio bilateral China se constituye como el cuarto destino de las exportaciones argentinas luego de Brasil, Chile y Estados Unidos. Las posibilidades argentinas se encuentran principalmente en el desarrollo de negocios agropecuarios (porotos de soja y aceite de soja) aunque sectores como el vino, la carne y las frutas de contra estación surgen como nichos favorables. Otro rubro digno de ser explorado lo constituye el sector de la maquinaria agrícola, en especial los insumos para tractores y cosechadoras. Asimismo, aunque aún no son significativas, las exportaciones de autopartes han tenido un comportamiento positivo ascendiendo a los 2,4 millones de dólares durante los once primeros meses del 2003. Una vía importante sería la posibilidad de establecer asociaciones entre empresas locales y chinas en materia de desarrollo tecnológico y de software.