¿Cuál es el diagnóstico que les dio la Organización Internacional del Trabajo sobre el sistema previsional?
–Nos acaban de entregar un preinforme. Y a fin de mes nos entregan el informe definitivo. En ese terreno sí vamos a avanzar todo lo que podamos, porque es una política de Estado y de largo plazo. Quiero que la sociedad sea consciente de la situación. Por eso voy a poner una luz sobre el tema. El informe nos advierte sobre el descalabro del sistema. Ahora la parte visible es el anciano desamparado, pero el problema mayor va a estar en el futuro. Dentro de 20 años la mayoría de los trabajadores no va a tener una cobertura. Hay que poner manos a la obra ya mismo. Porque además el tema previsional tiene importantísimas connotaciones económicas: ha sido el principal factor que influyó en el aumento del endeudamiento público en los últimos años.
¿Quiere reestatizar el sistema?
–No, tenemos que buscar resolver el problema partiendo de lo que tenemos. Hay que corregir algunas cosas para que este sistema deje de ser un agujero fiscal y que en el futuro la gente tenga un ingreso asegurado. Yo no voy a dejar pasar la posibilidad de reformar el sistema previsional. Pero no voy a verlo ideológicamente. La reforma debe hacerse en base a un consenso entre los que saben del tema. En el país hay muchos profesionales muy capaces y los voy a convocar. A este tema vamos a imprimirle un ritmo acorde con la gravedad de la situación.