“La canasta que elabora el Indec se ajusta por los precios relevados en las distintas localidades, pero lo que no se sabe es si los bienes y servicios que la componen se consumen efectivamente, porque no hay una canasta regional de consumo actualizada. Hasta que no se releve la nueva estructura de gastos uno puede observar diferenciales de precios entre distintas localidades que no necesariamente expresan el comportamiento del gasto. Hecha esta aclaración metodológica, uno debe decir que las diferencias de precios entre localidades obedecen a varios factores. En algunos casos se debe a diferencias de calidad, en otros a variaciones en los costos fijos y también responde a la lógica de selección por precios que, en el caso de los sectores de muy altos ingresos, es inversa a la que realizan los sectores populares. Es decir, una persona de altos ingresos que va a un supermercado y ve un pollo de 3,50 y otro de 4,50 pesos, probablemente compra el de 4,50 porque el precio le genera más confianza. También ocurre que en las carnicerías de las zonas carenciadas los cortes de exportación están más baratos porque los carniceros no pueden seleccionar al momento de la compra. Tienen que quedarse con la media res, pero después no pueden poner el lomo a 20 pesos porque no se lo venden a nadie. Otro factor que explica las diferencias de precios es la condición de pertenencia de determinados sectores. Por ejemplo, en un local de la Recoleta pueden cobrar más sólo para restringir el acceso a sectores de altos ingresos que se diferencian a partir de ese consumo.”

* Economista de la CTA.