DANIEL CHUDNOVSKY PROFESOR DE NEGOCIOS INTERNACIONALES DE LA UNIVERSIDAD SAN ANDRES
“El FMI seguirá durísimo con nosotros”
¿La región sufre el efecto Tango?
–Hay un elemento de contagio en cuanto a la visión que tiene el mundo de la Argentina y del resto de la región. Los inversores no diferencian, fácilmente, cada país en detalle. Desde la crisis asiática, ese elemento se repite. Pero lo más importante son los factores locales. Por algo la reacción de la economía chilena no es la misma. En el caso de Brasil, la incertidumbre que generan las próximas elecciones es determinante. En Uruguay el factor contagio fue sustancial.
¿Está de acuerdo con el presidente Duhalde, que culpó al modelo que, según él, impera en toda la región?
–Brasil no tiene la misma problemática de la Argentina. Son países distintos, con economías distintas. Pienso que la preocupación de los inversores que se desprenden de papeles brasileños tiene que ver con que piensan que Lula o Ciro Gomes, de llegar a la presidencia, modificarían la política que llevó adelante el Banco Central brasileño en estos años. El actual titular de la entidad monetaria, Arminio Fraga, logró con sus políticas que Brasil saliera airoso de la crisis de 1999: la economía se mantuvo en equilibrio y se consiguió un crecimiento moderado. Se piensa que un futuro gobierno de izquierda no va a mantener a Fraga y que Brasil entraría en un período de turbulencia que pondría en peligro el repago de su deuda.
¿Brasil caerá en default?
–Si los inversores piensan que va a ocurrir, puede terminar sucediendo. Pero no hay que olvidar que Brasil ya superó una crisis muy fuerte en 1999, sin prácticamente ninguna secuela en el sistema financiero. Ellos, a diferencia de los países del sudeste asiático y de Rusia, devaluaron y no cayeron. Claro que el manejo del Banco Central fue muy importante. Sus autoridades aprendieron de crisis anteriores. Por eso ahora se teme que se vaya Fraga.
En el caso de que caigan en default Brasil y Uruguay, ¿podría haber una negociación conjunta con los acreedores externos que incluya a la Argentina?
–No creo. Cada país tiene más incentivos a diferenciarse del resto que a unirse en un frente común. Hay historias previas muy distintas. La Argentina viene de cuatro años seguidos de recesión. Brasil venía creciendo. No creo que quieran mostrarse junto a nosotros.
¿La crisis de Brasil va a rebotar en la Argentina?
–Sin duda. La devaluación argentina había solucionado los roces del Mercosur, que ahora van a volver. Además, ellos van a sufrir una caída del consumo que va a repercutir en nuestras exportaciones. El único elemento a favor que se pensaba que iba a tener una crisis regional era que se preveía que podía ablandar la posición del FMI, y no sucedió. Siguen durísimos con nosotros y es porque piensan que la crisis nacional es responsabilidad de los malos gobiernos locales.
¿Es exagerado el miedo de los inversores a Lula?
–Sí, sufre una desconfianza quizá inmerecida. El PT ha gobernado muchos estados y tiene montones de cuadros técnicos. No son unos improvisados. El tema es que sería un giro importante en muchos temas. Por ejemplo, Lula es un pro-Mercosur. Su triunfo significaría una mayor atención comercial y económica del Brasil en la región. Eso tampoco gusta mucho en el Norte.
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