Dom 15.07.2007
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Expectativas y dudas que abre el desarrollo de los biocombustibles

JAVIER RODRIGUEZ
Economista del Cenda

“Rentabilidad más precios bajos”

“El aumento de los precios internacionales de los productos que la Argentina exporta no debe ser visto como una situación preocupante, sino todo lo contrario. La suba de precios, en buena medida explicada por la mayor demanda para la producción de biocombustibles, significa para el comercio exterior una mejora del contexto internacional y esto es siempre una buena noticia. Frente al dato positivo deben también plantearse políticas concretas con miras a obtener dos resultados principales. El primero, conseguir que los precios internos de los alimentos se mantengan relativamente bajos. El segundo, buscar que la alta rentabilidad del agro no se concentre sólo en los productos de mayor demanda, sino que llegue a una canasta más amplia, a otros cultivos además del maíz y la soja, así como también a carnes y lácteos, que se verán afectados por el mayor costo de los insumos. Compatibilizar buena rentabilidad agropecuaria con bajos precios internos no es una tarea exenta de dificultades, pero no tiene por qué significar mayor enfrentamiento. Mayores precios no representan necesariamente una agudización de las contradicciones, sino que hay más para repartir. Un ejemplo se encuentra en el último aumento de las retenciones a la soja, un diferencial que rápidamente fue compensado por la suba de los precios internacionales.”


CLAUDIO MOLINA
Director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles

“Cambio en la matriz energética”

“El gran motor de la economía del siglo XX fue el petróleo, producto muy barato en términos relativos a otras energías, pero responsable de efectos colaterales negativos sobre el ambiente. Al mismo tiempo, ese precio relativo bajo representó quizás la barrera más importante para el desarrollo de energías alternativas. Sin embargo, en los primeros años del siglo XXI se está produciendo una bisagra: el petróleo ya no es tan barato, contamina y su mercado es totalmente imperfecto, hecho que impacta negativamente en la economía de Occidente y abre paso a un cambio en la concepción del modelo energético que rigió hasta ahora. Petróleo caro y alimentos baratos, más los subsidios agrícolas de los países desarrollados, representan para el mundo en desarrollo un cóctel explosivo, uno de los motores del atraso y la desigualdad social. Tenemos que ubicar en este contexto a los biocombustibles, cuyo significativo crecimiento en los últimos años, ha traído consigo un cambio en los fundamentos tradicionales de los mercados agroalimentarios, generando una importante expectativa de cambio de la matriz energética y coadyuvando al mismo tiempo para reducir el calentamiento global de la atmósfera. ¡Argentina no puede perder esta oportunidad!”.


FEDERICO GANDUGLIA
Especialista en Política y Agronegocios del IICA-Argentina

“Posibilidades auspiciosas”

“Los biocombustibles se perfilan como parte de la solución al fin de la era del petróleo ‘abundante y barato’ y al impacto cada vez más evidente del cambio climático. En países como Argentina, donde el maíz se exporta en un 70 por ciento sin valor agregado y se dispone de elevadísimos saldos exportables de poroto y aceite de soja, las posibilidades son auspiciosas. Estas materias primas serán el punto de partida, pero a futuro producciones alternativas como colza, ricino, cártamo o incluso la jatropha irán ganando su espacio; otros como la caña de azúcar brindarán nuevas oportunidades para el NOA. La difusión del autoconsumo de biocombustibles también permitirá reducir la vulnerabilidad energética sectorial. A nivel mundial, se registrará un ciclo de altos precios de los commodities agrícolas, impulsado principalmente por el uso de maíz en la producción de etanol en Estados Unidos. Son varios los factores que permitirían evitar una disparada brusca en los precios, entre ellos la innovación y el desarrollo tecnológico, y el aumento de la oferta de coproductos y subproductos de la producción de biocombustibles (granos destilados, harinas proteicas, bagazo de caña, etc.). Mientras tanto, los países del Sur dispondrán de una mejora en los términos de intercambio.”

Nota madre

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