“Hay varias medidas que podrían atenuar el impacto negativo que tuvo el traspaso de empresas nacionales a manos extranjeras. Considerando la permisividad de la legislación vigente y atento a las restricciones externas de la economía argentina, es indispensable establecer una legislación más restrictiva que se oriente a reducir lo más posible el constante drenaje de divisas que realizan las multinacionales. Esto se podría implementar a partir de, por caso, el establecimiento de fuertes restricciones a la remisión de utilidades, la imposición de niveles mínimos de utilidades que deben reinvertirse en el país y la garantía de cumplimiento del régimen de compre argentino. Dado que una de las formas tradicionales con que las empresas extranjeras reasignan el excedente a nivel de la corporación de la cual forman parte está vinculado con la manipulación de precios de transferencia, un estricto control sobre tal tipo de prácticas debería constituir un objetivo central de política económica. Por ejemplo, vía la instauración de mecanismos fiscales, e incluso estadísticos, que permitan realizar un seguimiento permanente de las actividades importadoras, lo cual debería ir acompañado por un fortalecimiento de los –sumamente laxos– controles aduaneros existentes y por una mejor utilización de la legislación antidumping. Visto que, en la generalidad de los sectores de actividad, las firmas extranjeras controlan una proporción muy importante de la producción y que, en muchos casos, presentan un alto grado de diversificación e integración vertical y horizontal de sus actividades, es imprescindible que se realice un control estricto del comportamiento empresario, con la finalidad de prevenir la implementación de prácticas de carácter abusivo. En este sentido, debería asegurarse el cumplimiento efectivo de la Ley de Defensa de la Competencia que existe en el país, y avanzar hacia una legislación antimonopólica más abarcativa del fenómeno de la centralización del capital.”