¿Estados Unidos puede caer en recesión?

–Ellos consideran que hay recesión cuando se registran dos trimestres consecutivos de contracción económica, pero no me parece que eso vaya a suceder. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ya anunció que va a haber un recorte creciente de tasas, posiblemente llegando a 2,5 puntos, y una inyección de dinero. Además, el gobierno de Bush prometió un estímulo fiscal con recorte de impuestos para los sectores de menos ingresos. Hay conciencia de que la situación es grave y están tomando medidas. Por lo tanto, no veo una posibilidad de recesión, aunque indudablemente van a crecer menos.

¿Qué causas explican ese menor crecimiento?

–La crisis hipotecaria es el motivo principal, pues al haber menos crédito la demanda va cayendo y en Estados Unidos el motor del crecimiento venía siendo el consumo.

¿Qué impacto puede tener esa situación sobre Argentina?

–Argentina no corre riesgos porque su situación fiscal es bastante sólida y la relación comercial y financiera con Estados Unidos es débil. Además, una de las características novedosas de la economía mundial de los últimos años es la presencia de otras locomotoras, como los países asiáticos, donde hay un crecimiento sostenido de la demanda.

Si la caída de la actividad en Estados Unidos perjudica a China, nuestro país podría verse afectado de manera indirecta.

–Se estima que si Estados Unidos crece al 1 por ciento, la tasa de actividad de China retrocedería sólo del 11 al 10 por ciento. Ese efecto sería insignificante para nuestras exportaciones. En los últimos años, Argentina hizo un enorme esfuerzo de promoción y diversificación de sus ventas al exterior. La crisis de Estados Unidos puede perjudicar a algunos exportadores, pero no va a tener una incidencia significativa en los números de la balanza comercial porque China, India y Brasil siguen creciendo. La coyuntura internacional es muy favorable. Se ven muy pocos nubarrones.

¿Tampoco perjudicará la llegada de inversores?

–El impacto también va a ser muy leve en ese aspecto. La tasa de crecimiento argentina es muy alta y ése es un fuerte incentivo para la llegada de capitales. Por ejemplo, las inversiones en el sector automotor, en la industria del software, de carne y en el turismo han sido espectaculares. Los flujos de inversión productiva son más dependientes de la tasa de crecimiento que de factores externos.