¿Se estudia un aumento de tarifas para AySA?

–Depende del Gobierno. Nosotros necesitamos los fondos. Si vienen del Tesoro o de las tarifas, es una decisión que se toma en otro ámbito. Para nosotros, que somos sanitaristas, la prioridad es prestar el servicio. Lo segundo, y esto tiene que ver con la idea del administrador, es que si la tarifa equilibra los costos de operación y mantenimiento, mucho mejor. Creemos que se puede buscar un equilibrio entre las dos cosas y puede haber una asignación tarifaria que permita superar estos 25 pesos de promedio por factura que tenemos hoy para dos servicios. Son 25 pesos para dos servicios cada 60 días. La cuenta da algo así como 40 centavos por día.

¿Desde cuando están congeladas?

–Desde 2001. La última suba había sido de 7 por ciento. Insisto en que la prioridad es el acceso al servicio. Ahora, a medida que la economía se va reordenando, me parece que no está mal que los usuarios vayan pagando por los servicios que consumen.

¿Cuántos usuarios renunciaron al subsidio?

–Alrededor de 20 mil. Hay que aclarar que los usuarios pueden renunciar a los subsidios de AySA sin hacerlo a los otros. Es un tema que tal vez no había quedado del todo claro.

¿La empresa va a poner medidores para clientes residenciales?

–Vamos a avanzar, pero es un tema que tenemos acotado hasta que logremos la cobertura total del servicio. La medición es un tema instrumental; no un objetivo en sí mismo. Nuestra prioridad es medir la Propiedad Horizontal (PH). Queremos medir los edificios porque hay un importante consumo dentro de los PH y hemos detectado que cuando la gente sabe que la están midiendo, se cuida un poco más. Tenemos preparado un programa que se iniciaría el año que viene en la Ciudad de Buenos Aires con unos 15 mil edificios. En la Capital hay más de 100 mil, así que seguiremos avanzando progresivamente. Hasta ahora medimos a los no residenciales, industrias, comercios, edificios públicos. Tenemos unos 450 mil medidores instalados