“El crédito bancario para grandes empresas y para pymes ya se había restringido en el último trimestre del año pasado. Lo que se complicó con la devaluación fue el crédito comercial y la relación de financiamiento con los proveedores porque hay una incertidumbre cambiaria que genera dificultades para vender a plazo y para financiar la importación de insumos industriales. La devaluación también complicó la relación entre las empresas porque las deudas entre privados se pesifican uno a uno y luego se compensan, pero no está claro qué criterio tomar para negociar y eso traba las operaciones actuales. La recuperación del crédito va a ser muy lenta porque las políticas de los últimos años destruyeron las bases de la economía. Para comenzar a avanzar se debe lograr certidumbre cambiaria y mayor grado de liquidez, pero para eso se necesita lograr el apoyo del Fondo Monetario para fortalecer las reservas, siempre y cuando las pretensiones sean razonables, porque si el Fondo propone políticas muy restrictivas en lo fiscal la iliquidez será tremenda, las tasas de interés van a ser altísimas y nadie va a tener acceso al crédito.”