La OMC se defiende
“¿Es la OMC un instrumento dictatorial de los ricos y poderosos?, ¿destruye empleo?”, interroga la tapa del cuadernillo. La respuesta sugerida por sus editores es “no”, tal como surge del decálogo de presuntos “malentendidos”, consignados a continuación:
La OMC dicta las políticas comerciales.
La OMC aboga por el librecomercio a toda costa
Los intereses comerciales tienen prioridad sobre el desarrollo
...y sobre el medio ambiente
...y sobre la salud y la seguridad
La OMC destruye empleo y acentúa la pobreza.
Los países pequeños carecen de poder dentro de la OMC
La OMC es el instrumento de poderosos grupos de presión
Los países más débiles se ven forzados a adherirse a la OMC.
La OMC es antidemocrática.