Recomiendo ver la obra A mamá, que se ve los viernes a las 23 en el Teatro del Abasto hasta el 23 de diciembre. Es una obra física que entra directo a los pulmones. Se trata de ir y dejarse tomar, no hay tiempo para pensar. En A mamá todo está llevado al límite de la saturación: los cuerpos, los sonidos, las tensiones, pero todo con una gran sensibilidad en la actuación y dirección. A mamá corre por esa cornisa límite entre la risa y la angustia, se autocombustiona a cada segundo y termina consumida en su silencio.