PRIMERA PERSONA
PRIMERA PERSONA
Este verano, leí Los días sentimentales de Nicolás Peyceré. Quedé fascinado por su prosa, la mejor prosa castellana, la más rara y por una novela que crece a medida que se suceden los pequeños cuadros que constituyen su esqueleto. Los días sentimentales vuelve una vez más sobre la conciencia de las mujeres y sucede durante el golpe militar de 1930. Cada página es, más allá de las modas y el barullo, una extraña y feliz experiencia estética.