“El teatro es el sueño de todo actor, y me gusta. Pero la televisión me ha dado mucho más, el amor de la gente de la calle y el Martín Fierro, el primer premio que recibí en mis cincuenta años de profesión. Sé que hay pruritos respecto del teleteatro y eso me molesta profundamente, porque yo les doy todo mi tiempo a mis personajes. Por el papel de Lucrecia, con el que gané el Martín Fierro, viví enclaustrada durante un año. Trabajé intensamente. Tenía catorce escenas diarias y eso significaba que debía estudiar veinticinco páginas por día.”

Hilda Bernard, 10 de noviembre de 1993.