“Actuar es un placer. El único sufrimiento para el actor es tener que estar, como estuve esta mañana, vestido con ropa de verano cuando hace frío. Lo demás es la leyenda. La culpa la tienen todos los que han escrito: ‘¡Ah!, el actor, qué trabajo entrar en el personaje, pero peor aún, qué complicado salir del personaje’. Ma, fangulo. Los estudios americanos inventaron esa tontería y no entiendo cómo la gente puede creerse que cuando yo vuelvo del trabajo a casa puedo seguir haciendo el personaje sin que mi mujer me pregunte si me volví boludo.” Marcello Mastroianni, 15 de noviembre de 1992.