Lunes, 23 de noviembre de 2009 | Hoy
TEATRO › KRAPP, LA úLTIMA CINTA MAGNéTICA, DE SAMUEL BECKETT
Por Hilda Cabrera
Un recuerdo atraviesa al achacoso y desaliñado Krapp en la soledad de su cuarto. Cae la tarde y el hombre que dice haber deseado ser alguien y reventado los ojos leyendo se entusiasma y busca afanoso en los cajones de un escritorio sobre el cual se encuentra un viejo grabador. En ese único mueble descubre objetos que no le interesan y otros que, por el contrario, lo animan a explorar con alegría infantil el lugar en sombras que habita. Un abultado cuaderno ayudamemoria depositado sobre la mesa le sirve de guía en la búsqueda de aquello cuyo recuerdo le iluminó por un instante el rostro y le arrebató cansancio al gesto. Se trata de una grabación hecha décadas atrás en la que ha registrado con su propia voz episodios de su vida. Algunos no lo favorecen y entonces dirá que ha sido un cretino. Sus sarcásticas observaciones no implican una corrección: desde su presente cualquier cambio sería un error.
Despojado del narcisismo que probablemente lo sostuvo durante años y que ahora se ha quebrado, el hombre escucha y comenta con sorna esas otras realidades del pasado, “¿Canté alguna vez de muchacho? No. ¿Canté alguna vez? No”. La frase se desgarra en la puntuación, y el Krapp sensible a la felicidad cada vez más esquiva toma un trago de la botella que guarda en la penumbra mientras la noche avanza.
Díscolo respecto de un pasado en el que hubo momentos en los que fue feliz, como aquellos en los que siendo niño jugaba con una pelotita de goma negra maciza o esos otros de joven que conoció el amor, Krapp centra su atención en el registro de esa voz del pasado e interrumpe aquella arqueología de palabras grabando otras, acaso para defenderse de la memoria de lo que está muerto. Por algo este personaje que no da tregua a quien lo interprete tentó a grandes artistas, incluido el fallecido dramaturgo Harold Pinter, protagonista en 2006 del montaje que dirigió Ian Rickson y fue transmitido en la TV británica por la BBC.
Krapp es la imagen del hombre que se apaga, patéticamente limitado y ya sin pretensiones de que se lo comprenda. El hombre se extingue y eso es inevitable. Es suficiente para acceder a esta obra que el espectador intuya esa situación en que la vida pierde carnadura y la bronca o la resignación son asuntos lejanos. En este sentido la actuación de Walter Santa Ana abre camino: no hay gesto ni fraseo que aparte al espectador de lo que sucede en escena. El mérito de Juan Carlos Gené no es menor, tanto en la dirección como en su aporte introductorio que se basa en textos de Beckett. Gené es la voz que introduce a esta pieza escrita en 1958 así como Livia Fernán es la que canta.
Para exponer parcamente el deterioro –sobre todo cuando desde la palabra no se intentan justificaciones ni se alientan vanas esperanzas– es necesario un entorno que sugiera e inquiete, y en esto colaboran la iluminación de Miguel Morales, la escenografía y vestuario de Carlos Di Pasquo y la música de Luis María Serra. Si bien los objetos –desperdigados algunos– y los gestos de Krapp resultan significativos en sí mismos, en conjunto no develan totalmente el carácter de un personaje que no pierde su misteriosa pertenencia a un universo sin pistas sobre qué ocurrirá y cómo. Es posible imaginar entonces la experiencia de Krapp como un ensayo para prolongar la ilusión de que sigue existiendo en un tiempo donde “la felicidad tenía su chance”.
9-KRAPP, LA ULTIMA CINTA MAGNETICA
De Samuel Beckett
Intérprete: Walter Santa Ana
Voz en off: Juan Carlos Gené
Voz que canta: Livia Fernán
Música: Luis María Serra
Iluminación: Miguel Morales
Escenografía y vestuario: Carlos Di Pasquo
Asistencia de dirección: María Leiva y Alejandro González
Coordinación de producción: Gustavo Schraier
Asesoramiento literario: Laura Cerrato
Traducción del francés y dirección: Juan Carlos Gené
Lugar: Sala Cunill Cabanellas del Teatro San Martín, Corrientes 1530.
Funciones: miércoles a sábados a las 21 y domingos a las 20.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.