Entre hoy y el próximo domingo se realizará la Fiesta del Teatro de la Ciudad de Buenos Aires. Organizada por la representación Capital del Instituto Nacional del Teatro, esta muestra tendrá lugar en diferentes salas del circuito alternativo (ver recuadro) y será la instancia de selección de los tres espectáculos que representarán a la región en la XXV Fiesta Nacional del Teatro, que se realizará en abril de 2010 en una ciudad –aún no designada– de la provincia de Buenos Aires. El jurado de selección está integrado por Román Caracciolo, Carlos Weber y Ernesto Schoo. Las doce obras dan cuenta de la variedad de estilos y procedimientos que distinguen al circuito alternativo porteño. Hay dos unipersonales, tres obras de danza teatro o teatro físico y dos obras para público infantil. Las demás son obras de autor o creaciones colectivas.

Con dirección de Andrés Rossi (autor, junto al intérprete de la obra, Mariano Saavedra), Un cambio desarrolla una situación curiosa: en una clase de música, el profesor suplente trae una propuesta de cambio que no se relaciona directamente con su materia ni con el ámbito del conservatorio. El otro unipersonal es Nada del amor me produce envidia, de Santiago Loza, con dirección de Diego Lerman, un melodrama musical ubicado en el contexto social y cultural de los años ’30: una costurera diseña un vestido para Libertad Lamarque y debe saber qué hacer cuando Eva Duarte le encarga el mismo modelo. Actúa María Merlino.

De Bernardo Cappa fueron seleccionadas las dos obras que estrenó este año. Se trata de dos comedias (dirigidas por el mismo Cappa), Los Rocabilis y Amor a tiros. En el primer caso, un grupo de músicos de rock vuelve al que fue su colegio secundario para ofrecer un recital. Actúan Aníbal Gulluni, Pablo Navarro, Fabricio Rotella, Martín de Goycoechea, Adrián Galo Ontivero, Sebastián Mogordoy, Maia Lancioni y Mariano Clemente. En la segunda obra, Lorena Vega, Celina Font y Sebastián Mogordoy abordan situaciones de humor a partir del operativo policial que involucran a un cabo y a dos agentes femeninos, un trío que aparece, a su pesar, entrelazado sentimentalmente. Si en Los Rocabilis los personajes “habitan sus soledades con la metáfora del rock como ideología vencida”, en Amor a tiros queda “la resaca amarga de haber mezclado sentimientos”, según afirmó el autor cuando estaba a punto de estrenar.

Ariel Farace, autor y director de Luisa se estrella contra su casa, concibió la obra desde una imagen precisa: “Una mujer se estrella de cabeza contra su casa, de la cual salen los seres que habitan su imaginación”, resume. Así, la pieza retrata la vida sencilla y monótona de una joven mujer dedicada a su hogar que intenta defenderse de sus recuerdos dolorosos. La limpieza, el orden y el silencio se imponen en el mundo de este personaje que en clave poética descubre sus carencias. La singularidad visual del espectáculo deviene de la utilización prioritaria de cajas de cartón. Actúan Luciana Mastromauro, Guido Ronconi, Matías Vértiz y Juan Manuel Wolcoff. Por su parte, escrita y dirigida por Hernán Morán, Urdinarrain cuenta la historia de cinco hermanas que se reúnen cada invierno en la casa de la infancia, en un pueblo de Entre Ríos. Allí reciben la visita del hijo de la sexta hermana. Esa interrupción, que se prolonga más de lo esperado, reaviva rencores y deja a la vista cuentas pendientes. Actúan Pilar Abentín, Maruja Bustamante, Mayra Homar, Andrés Passeri, Adriana Pregliasco, Nadia Szachniuk, María Urtubey y Liliana Weimer.

Estrenada este año en el Centro Cultural Ricardo Rojas en el marco del proyecto Decálogo, indagaciones sobre los 10 mandamientos, La gracia fue escrita por Lautaro Vilo y dirigida por Rubén Szuchmacher. Según afirmó su autor en el momento de su estreno, “la obra presenta una crisis ética en relación con la vida y la muerte”, en referencia al primero de los mandamientos, “Amar a Dios por sobre todas las cosas”. La obra está interpretada por Berta Gagliano y Juan Manuel Torres.

Una de las tres obras ligadas al movimiento o la danza que entraron en la selección es Al ras o de nada vale que corras cuando el incendio va contigo, obra de Roxana Grinstein que tematiza la falta de espacios, el encierro y el miedo generalizado de la gente. Esta idea tiene su traducción escénica mediante un dispositivo escenográfico-lumínico que generará la ilusión necesaria para hablar de lo ínfimo. La música es de Marcelo Moguilevsky y César Lerner, la interpretación es de Solange Courel, María Victoria Mollins y Cecilia Pugín. Otra de las obras que pueden ser encuadradas dentro del teatro danza es Tualet –del grupo Job, dirigido por Juan Onofri Barbato—, que cuenta con video y objetos (baño químico, techos, paredes móviles y pantallas) para generar microescenarios, segundas realidades y paisajes que cambian constantemente. Así, los intérpretes (Nicolás Poggi y Sergio Maximiliano Villalba), al no encontrar un lugar firme de apoyo, exigen su cuerpo al máximo. La tercera obra de estas características es 124, creación colectiva dirigida por sus mismos intérpretes, Javier Drolas, Cecilia Blanco, Agustín Repetto y Fernando Tur. La obra no presenta ninguna anécdota, sino una serie de secuencias de acciones, imágenes y movimientos en combinación, alternancia y superposición.

En el rubro teatro infantil habrá dos propuestas. En una de ellas, Tres para el té, su autor, Omar Calicchio, buscó hacer una versión del mundo delirante de Lewis Carroll a partir de juegos, cuentos, música en vivo y dos personajes, Bruno y Annie, interpretados por Gustavo Monje y Giselle Pessacq. La otra, Papanatas, de Emiliano Dionisi, es una obra inspirada en El atolondrado o los contratiempos, de Molière, que recrea el recurso del malentendido, un tópico de la Comedia del Arte. Apelando a juegos de palabras que remiten al lunfardo porteño y disciplinas circenses, la obra se propone, según el autor, rescatar la comedia tal como la concebían Goldoni o Shakespeare. Actúan María Florencia Baiardo, Juan José Barocelli, Julia Garriz, Nadir Naya y Federico Ottone.