Desde Bogota

En la lista de capitales más peligrosas del mundo se encuentra Bogotá, no muy lejos de los primeros lugares. Aun así, el pasado sábado, la ciudad entera se volcó masivamente a las calles: habitantes locales, codo a codo con turistas e invitados internacionales, presenciaron la gran apertura del X Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, el que –hasta el 16 de abril– pretende convertir la metrópoli en un gran escenario urbano.

Durante 17 días consecutivos, la capital colombiana vivirá una gran fiesta. Cinco continentes, 40 países, 65 compañías internacionales, 140 grupos colombianos, 2000 artistas en total que brindarán cerca de 600 funciones teñirán de color todo el espacio urbano, de Norte a Sur y de Este a Oeste, desde la Plaza de Toros hasta las Corferias –el Centro de Exposiciones– transformadas en Ciudad Teatro. Un festival que espera, en su décima celebración, 2.600.000 espectadores tanto en las salas como en parques, coliseos y calles, superando en gran medida su primera edición, que convocó a 800 mil espectadores en alrededor de diez salas de teatro, a las que asistieron 59 compañías provenientes de una veintena de países.

El FITB fue creado en 1998 por iniciativa de la actriz y directora teatral argentina Fanny Mikey –radicada en Colombia desde 1959– y Ramiro Osorio, con motivo de la celebración de los 450 años de la fundación de Bogotá. Desde sus comienzos, bajo el lema “Un acto de fe en Colombia”, el festival se convirtió en una aventura cultural que tuvo como principal objetivo mostrar la integración artística de los países latinoamericanos ante el mundo. En la pasada versión del evento (2004), se inauguró la Ventana internacional de las artes escénicas, centro de negocios –que en esta edición se repite– en donde directores de festivales internacionales, administradores de salas teatrales y promotores pueden gestionar la producción de espectáculos latinoamericanos para luego darlos a conocer al mundo.

Hoy, el FITB se ha convertido en uno de los festivales de artes escénicas más importantes por su capacidad de convocatoria, la cantidad de funciones ofrecidas y la diversidad de géneros que abarca. Teatro de sala y callejero, danza, circo, performances, pantomima, conciertos y conferencias con importantes artistas de los cinco continentes convierten al evento colombiano en una de las muestras más completas del panorama escénico del siglo XXI. En esta oportunidad, el FITB espera a las principales compañías del planeta y sus montajes, que recogen las tendencias actuales en artes escénicas: Días felices, por la compañía de Peter Brook; Babel, del Burgtheater de Austria; Ivanov, de Katona Jozef de Hungría; los clásicos Hamlet y La tempestad con dirección del español Luis Pasqual; el estreno de Fausto Fantasía, que el director alemán Peter Stein no sólo dirige sino también protagoniza, y la ópera china desplegada en una imponente Ciudad de Tebas son sólo algunos ejemplos de ello. Este año, Rusia ha sido escogida como País Invitado de Honor, por ser cuna del teatro moderno, donde se renovó y repensó el arte teatral abriendo el horizonte de las artes escénicas. Así, no faltarán Tres hermanas, de Chéjov, y La guerra y la paz, entre otros clásicos que prometen volver sobre la estructura del drama moderno entre tanta vanguardia.

Entre las estrellas internacionales, se espera a la bailaora española Eva Yerbabuena y a Marisa Paredes, una de las actrices preferidas de Almodóvar; al estadounidense Savion Glover, el hombre que revolucionó el tap, ganador de varios premios Tony; Nelly Uvarova, la actriz rusa que encarna a Betty La Fea en Moscú; Corinna Harfouch y Ulrich Matthes, quienes dieron vida al ruin matrimonio Goebbels en el film La caída.

Habrá también una interesante participación argentina. Ya han llegado a Bogotá Rafael Spregelburd y su compañía El Patrón Vásquez para presentar La estupidez. Además, el grupo De la Guarda, dirigido porPichón Baldinú, presenta Villa Villa. Norma Aleandro ha traído Sobre el amor y otros cuentos sobre el amor, obra de la cual es autora, intérprete y directora. Se trata de una serie de monólogos en los que la actriz encarna a diversos personajes femeninos. Con esta triple presencia, Argentina mostrará al mundo tres facetas distintas del teatro local, representativas de la diversidad de poéticas que lo caracteriza: el megaespectáculo de vanguardia que propone Villa Villa, la nueva dramaturgia nacional de la cual Spregelburd forma parte y el inconfundible y clásico sello de una actriz –Aleandro– que, dentro de nuestras fronteras, ya es toda una institución.

Informe: Alina Mazzaferro.