Con el estreno de Extraño juguete y una muestra de arte, se inauguró la primera edición de El Cervantes en el Cervantes, que se extenderá hasta el 4 de diciembre. El propósito es poner a disposición de quienes trabajan en el teatro un espacio dentro de la programación anual “que facilite el conocimiento público de las propuestas creativas que desarrollan y la puesta en valor de sus capacidades expresivas”. “Esta iniciativa surgió de tomar en cuenta que muchos trabajadores del TNC, además de sus tareas, hacen teatro, títeres, música, fotografía y artes plásticas”, sintetiza Rubens Correa, director de este coliseo fundado en 1921, que cuenta con la subdirección de Claudio Gallardou. El público tendrá acceso gratuito a las muestras y los espectáculos, cuyas localidades podrán ser retiradas de la boletería del teatro desde dos horas antes de la función. La muestra Ser imaginario, de Lionel Pastene –quien cumple sus tareas habituales en el sector de Escenografía–, podrá visitarse de miércoles a domingo, entre las 17 y 21.30. Este escenógrafo y artista plástico –egresado de la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova y maestro nacional de Dibujo, diplomado en la escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia– presenta dibujos en grafito, pinturas al óleo y proyectos escenográficos plasmados en bocetos, maquetas y 3D.

En cuanto a Extraño juguete, de Susana Torres Molina, se ofrece en la Sala Orestes Caviglia. Esta es la apuesta de la cooperativa ONJE, dirigida por el también actor y docente Enrique Iturralde, quien inició estos ensayos en 2010. Interpretan Cecilia Bruza, Magalí Meliá y Marcelo Méndez (Iturralde y Meliá pertenecen al área de Prensa y Méndez a la de Producción). El espectáculo tiene música de Azul Infinito; diseño gráfico de palitosdulces.com.ar; diseño de iluminación de Demian Lorenzo (área de Iluminación), y diseño de vestuario de Ana Clara Uhrich (área Dirección Técnica). La asistencia artística es de Aída Giacani (área de Prensa) y la de dirección, de Enrique Velay. La dirección de Arte está a cargo de César Domínguez.

La obra de Torres Molina fue estrenada en el Teatro Payró en 1977. El dramaturgo Ricardo Monti la definió entonces como una pieza que ponía al descubierto “con crudeza y sagacidad... la inhumanidad de nuestras relaciones sociales”, apuntando a “ese mundo de máscaras, agotado, paralizado en sus rituales, que para ser necesita refugiarse en el no ser imaginario. Dentro del círculo mágico de lo ficticio, tres seres se permiten toda la gama de sus sentimientos humanos, pero a fin de acceder a ellos deben recortarse del mundo, asumir la irrealidad”. Esos personajes son dos mujeres solitarias y un vendedor ambulante que irrumpe en la vida de estas damas. Las situaciones se suceden entre el vértigo, la tensión y el humor negro. Se realizarán funciones el 24 y el 31 de agosto, y el 7 de septiembre, siempre a las 21. La entrada es gratuita, pero se reciben de buen grado alimentos no perecederos para donar a la Fundación Fundae.