Quienes sigan la trama de Fringe, la serie estadounidense creada por J. J. Abrams (el mismo de Lost) y heredera de historias fantásticas y paranormales como la de Los expedientes secretos X y Twin Peaks, sabrán quiénes son los Observadores. Para aquellos que no estén al tanto, una breve descripción: los Observadores son unos extraños seres lampiños, que no viven en ningún tiempo ni espacio en particular, sino en todos, y sólo se hacen ver de manera explícita en los momentos importantes de la historia de la humanidad. Michael Cerveris es el actor que interpreta a September, el Observador más conocido y que más incidencia tuvo en las cuatro temporadas ya emitidas. Pero además de su trabajo en televisión, Cerveris es músico y un reconocido actor de musicales de Broadway, nominado a varios premios Tony y ganador de uno, por su papel en el musical Assa-ssins. En la actualidad interpreta nada menos que a Juan Domingo Perón en Evita, el musical de Tim Rice y Andrew Lloyd-Webber, protagonizado por Elena Roger y Ricky Martin. Fue por ello que Cerveris estuvo en la Argentina en septiembre de 2011. ¿Un Observador en Buenos Aires? ¿De qué acontecimiento importante de la historia de la humanidad sería testigo en esta ciudad?

–Sin su traje y sombrero negros, ¿alguien lo reconoció?

–Sí, un taxista me dijo: “creo que lo conozco de la televisión”. ¡Y yo ni sabía que Fringe era popular en la Argentina! Se quedó mirándome un poco, menos mal que estaba vestido normalmente, si no...

Durante su semana en Buenos Aires, Cerveris realizó algunas sesiones de fotos con Roger y Martin para la revista Vanity Fair. “Disfruté mucho de la ciudad, en zonas como Recoleta y La Boca, fui al Museo Evita y al Instituto Perón, donde pude ver un montón de documentos originales de aquella época. Fue una gran lección sobre la Argentina y su historia política”, explica. Cerveris no sólo admite haber quedado encantado con la ciudad y con el partido que fue a ver a la Bombonera: también lo demuestra. En su cuenta de Twitter (@cerveris) habla mucho en castellano, sube fotos de su encuentro con Charly García y manda saludos celestes y blancos por el Día de la Bandera.

–¿Cómo fue prepararse para interpretar a Perón? Más allá del guión, ¿qué investigó y aprendió sobre él?

–No hay tanto sobre Perón en el guión, porque está centrado en Evita, por supuesto. Pero sí, aprendí muchas cosas que no necesariamente forman parte del show, pero que me resultaba interesante conocer, como qué pasó después de la muerte de Evita y cómo fueron sus años en el exilio en España, su regreso en los ’70... Todo eso me dio una perspectiva de por qué fue y sigue siendo tan importante para la vida política argentina. No es suficiente para interpretar a alguien aprender sólo lo que dice un guión: hay que conocer al personaje. Mientras estuve allá se estrenó Juan y Eva (N. d. E.: la película de Paula de Luque, protagonizada por Julieta Díaz y Osmar Núñez), que me ayudó a ver el costado humano de la relación entre ellos, el amor y el respeto que tenían el uno por el otro.

–Elena Roger es una actriz y cantante muy reconocida, y Ricky Martin es un artista muy popular en la Argentina. ¿Como le resulta trabajar con ellos?

–No fue hasta que estuve en la Argentina que pude darme cuenta lo popular que es Ricky Martin. Mi estadía ahí coincidió con el concierto que dio en River, así que fui al estadio con Elena y su novio Mariano, y la gente se le acercaba muchísimo, entonces ella les contaba a todos que yo iba a interpretar a Perón, y que Ricky también iba a estar, pero claro, eso las fans ya lo sabían. Eso fue una pequeña aproximación al reconocimiento de la gente hacia Elena, y a la popularidad de Ricky. Estábamos todos en el mismo hotel, y la gente gritaba afuera, era una locura. Pero lo maravilloso de trabajar con ellos es que, a pesar de ser celebridades, son simples personas, miembros de una compañía teatral, como cualquier otro. Ricky y Elena son muy trabajadores y generosos, y su popularidad no distrae a nadie de lo que es la historia de Evita en sí.

–Usted es conocido por muchas cosas: por un lado, su trabajo en Broadway en musicales como Tommy (basada en la ópera rock de The Who), Titanic y Sweeney Todd; por su labor como músico (trabajó con Pete Townshend y Bob Mould) y por su carrera en televisión (Fringe, CSI), entre otras cosas. ¿Cómo explica semejante versatilidad?

–La verdad es que hay muchos temas que me interesan y nunca me indujeron a hacer sólo uno. También es cierto que busqué oportunidades para hacer todo lo que me gusta, por eso primero fue un musical, después algo de teatro convencional, o alguna película o televisión. Para mí, todas esas cosas son parte de lo mismo: contar historias y hacer personajes. Entiendo que mucha gente se sienta cómoda haciendo sólo un tipo de arte, pero quizá me aburriría demasiado si fuera así. En mis días libres de Evita vuelo a Canadá, donde se graba Fringe, o voy a algún lugar a participar de un disco. Creo que puedo hacer todo al mismo tiempo. Mi idea es que un actor es una persona que puede transformarse a sí mismo en un montón de personajes todo el tiempo, y no importa tanto el medio en el que lo haga.

–El 28 de septiembre se estrenará la temporada final de Fringe, de sólo 13 episodios. ¿El elenco está conforme con que los productores hayan decidido darle un final a la serie?

–Cuando estábamos grabando el final de la cuarta temporada todavía no sabíamos si iba a haber una quinta, así que todos esperábamos que lo tuviera, sobre todo por como es J. J. Abrams, que siempre deja nuevas preguntas por responder. La confirmación trajo la tranquilidad de poder explorar esas posibilidades, y parece que September va a tener un rol bastante importante, aunque todavía no lo sé bien, porque no me dieron detalles. Esas cuestiones las mantienen muy en secreto hasta último momento.

–Según lo que usted sabe o cree, ¿la historia de Fringe se fue armando de a poco o estuvo completamente pensada desde el principio?

–Yo me preguntaba eso mismo cuando miraba Los expedientes secretos X. Ahora que tenemos el final de Fringe a la vista, me doy cuenta de que si pongo todo junto, los autores tenían una idea, pero creo que la fueron desarrollando de a poco. En la primera temporada, en especial en su primera mitad, uno puede darse cuenta de qué temas estaban intentando mostrar como centrales. A principios de este año tuve una conversación con los productores y pudieron darme un perfil de cómo van a ser las cosas de ahora en más, pero ahora no sé si van a seguir de esa manera. Supongo que a veces se les ocurrirán mejores ideas, o quizá nos dicen algunas cosas muy secretas y después las cambian para que no se filtren. En resumen, creo que hay una combinación de una gran idea general con un desarrollo más detallado. Más allá de mi trabajo en Fringe, soy también uno de los que la mira cada semana, y estoy muy contento con el de-sarrollo de la historia, creo que año tras año se fue poniendo más interesante y más complicada; a veces tanto que es necesario volver y repensar lo que pasó. Estoy tan interesado como todos en ver cómo va a terminar la historia ahora que los Observadores se adueñaron del futuro.