Como todos los años desde 1998, para esta época, los Premios Teatro del Mundo hacen su celebración, que además funciona como un balance de lo ocurrido en la cartelera en el último año. Para esta decimosexta edición, que se celebra hoy a las 16 en la Sala Batato Barea del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas (Corrientes 2038), la distinción que otorga el Area de Historia y Teoría Teatral de esa institución contó con un jurado de 75 investigadores, críticos teatrales y periodistas coordinados por Jorge Dubatti. “El objetivo de los premios es construir otra lectura del campo teatral, privilegiando la excelencia artística, la baja visibilidad y la innovación en el teatro nacional”, le cuenta el profesor, crítico e investigador a Página/12.

Los Premios Teatro del Mundo se diferencian, en muchas cuestiones, de otras distinciones teatrales. En primer lugar no hay nominaciones, sino “Trabajos destacados”, que se consideran los mejores del período evaluado (en esta caso, de septiembre de 2012 hasta el octubre pasado), lo que, para Dubatti, “hace que no se genere competencia entre colegas”. Por otro lado, incluye distinciones en rubros que no suelen considerar otros premios, tales como Fotografía teatral, Traducción, Adaptación, Ensayística, Edición, Revistas especializadas, Títeres e Instituciones que colaboran con la gestión y la producción teatral, entre otras. Además, se dan premios especiales a la actividad en las provincias, para lo cual se convoca un jurado local. Así, hay Trabajos destacados de Entre Ríos, Córdoba, la Patagonia, Bahía Blanca y San Juan.

Para Dubatti es central la conformación del jurado, integrado por graduados y alumnos de las carreras de Artes y Letras de la UBA, que son en su mayoría muy jóvenes. “Nos reunimos durante todo el año para proponer candidatos y discutir criterios y categorías. Eso es lo más interesante, el cruce de miradas y las conceptualizaciones diversas”, asegura. Y señala que se trata de un premio “contramediático”, que no premia a figuras reconocidas de la televisión o el cine cuando hacen teatro. “Tratamos de descubrir tesoros donde nadie o muy pocos los ven”, dice, y pone como ejemplo las menciones especiales del premio, que este año serán para el Teatro Municipal de Bahía Blanca, el Grupo de Teatro Independiente La Escalera, de Puerto Madryn, y la Biblioteca Teatral de la Asociación de Técnicos, Actores y Coreógrafos del Chaco.

Además de los rubros (de los cuales se conocerá el Premio Mayor en la ceremonia) y las menciones especiales, todos los años se entrega un reconocimiento a la trayectoria y una distinción homenaje a alguna personalidad fallecida recientemente. En esta oportunidad, los galardones serán, respectivamente, para Alberto Sava, por su trabajo incansable con el Frente de Artistas del Borda y todas las actividades que realiza por los derechos humanos y la desmanicomialización, y para Onofre Lovero (1925-2012), uno de los grandes referentes del teatro independiente.