Viernes, 30 de mayo de 2014 | Hoy
TEATRO › EL DESAFIO DE HACER ARTE EN LA TV
En 24 años de profesión, con una carrera hecha en publicidad, es la primera vez que trabajo para la TV abierta, la primera vez que hago un reality. Es sabido que la publicidad es una gran escuela que nos prepara para resolver todo tipo de situaciones y problemas. En cada proyecto, en cada guión uno se encuentra frente a uno o muchos escenarios diferentes. Pero de eso se trata: el director de arte es una persona a la que le gusta sumergirse en la investigación y en abrir posibilidades. Disfrutamos de aggiornarnos, de cambiar de estilo según el proyecto y según va transformándose internacional o localmente la tendencia del diseño.
El arte de Master Chef venía con muchas premisas a cumplir, toda una biblia del formato llevado a cabo en infinidad de países y la necesidad de adaptarnos a un estudio de la mitad de tamaño. Pero en este métier las dificultades y limitaciones son una oportunidad a aprovechar para generar algo nuevo, algo que sume desde el diseño. Lo más intrincado fue el cambio del balcón presente en los programas originales; la manera de resolverlo devino en la construcción de un palco bajo muy protagónico, en medio de la nave central de la cocina, con un diseño marcadamente escandinavo que generó algo positivo en la comunicación entre los participantes que pasaban la primera prueba y los que no. Eso abrió el juego a encarar con más libertad el diseño restante, el mercado y el restaurante.
Trabajamos con texturas y materiales de manera no convencional. Usamos paneles de mimbre iluminados con leds solapados, produciendo un degradé sobre la textura y no el led crudo a la vista. Utilizamos negro mate como color en algunos muros, contrastando apenas con el negro semibrillante de la chapa acanalada que como cenefa enmarca también el revestimiento de listones de madera natural sin cepillar en los muros del mercado.
Para el restaurante construimos paneles imitando el entrelazado del mimbre a una escala mucho mayor, que recibe una luz cálida desde atrás. Sumando una iluminación también cálida a partir de pequeñas columnas de papel con luz como faroles chinos y tabiques de varillados de madera irregular muy avant garde, que en su doble faz hace de fondo del jurado.
Los muebles barra y mesas son adaptaciones de muebles escandinavos construidos especialmente a la medida. Es en esos detalles en los que creo que Master Chef se destaca con relación al arte de los programas de la TV argentina, que tienden a valorar más el show al estilo estadounidense, efectista, donde el brillo y el contraste de color son los protagonistas. Y me alegra que haya tenido tan buena recepción en un medio donde se presupone que se necesita más de efectos que de delicadeza en el diseño.
Es un desafío aprender a trabajar en nuevos medios. Me sorprendió la TV, la dinámica, los roles, las personas de contenido, la sala de control, el director y el productor en acción, las ocho cámaras grabando al unísono planos generales enormes de grúas y primeros planos de personajes, de hornallas o de platos. Es encantador ver rindiendo a pleno todo el decorado. Es muy vertiginoso, para quienes venimos de la obsesión absoluta de todo un equipo de trabajo concentrado en una sola puesta de cámara, llevar a cabo esto, tan obvio para los trabajadores de TV, de prestar atención al todo y al máximo detalle a la vez. Una clase de desafíos que hacen que el riesgo y la decisión de abrazar un territorio nuevo se conviertan, al cabo, en algo bastante parecido a un sueño realizado.
Q Directora de arte de Master Chef Argentina.
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