Viernes, 23 de diciembre de 2011 | Hoy
CHICOS › LIBROS FLAMANTES PARA PONER EN EL ARBOLITO
Por Karina Micheletto
Señora mamá, señor papá, tío o tía, abuelo o abuela, adulto responsable: ¿usted también es de los que dejan para último momento los regalos de Navidad? ¿O acaso es de los que buscan con la debida antelación los de Reyes? La sección Chicos piensa que los libros (y también los discos, pero eso será tema de otra nota) son excelentes regalos para los ídem. Los especialistas en literatura infantil y juvenil y los expertos en revolver librerías buscando relación calidad/precio que asesoran esta sección han trabajado para usted en la siguiente selección de libros recomendadísimos para regalar en Navidad, o tal vez Reyes. O tal vez para aquellos niños que cumplen años por estas fechas (en este último caso, los especialistas asesores también recomiendan enfáticamente no aunar regalos: el niño en cuestión se lo agradecerá). Después, no diga que no estaba avisado. ¡Jo, jo, jo!
O “Kamishibai”, según la vieja tradición del teatro de papel callejero y portátil de Japón. En la Argentina una joven e intrépida editorial, Planta Editora, inauguró la colección Planta Kamishibai con Los artistas del bosque, de Daniel Link, un cuento habitado por animales y un bosque coloreado. Leer –más apropiado sería decir “contar”– Kamishibai es una experiencia que se impone compartida y en voz alta: uno o varios son espectadores; otro pone las láminas con el dibujo hacia el frente, oculto tras el papel, y lee la historia que se cuenta en el reverso. Las láminas del cuento van pasando lenta o rápidamente, según se indique. Es la narración oral la que se aparece puesta en juego, además del arte de la plástica, en este caso, bellísimas acuarelas de María Guerreri. Los que pensaron esta edición local ofrecen también un teatrito de madera opcional, creación de artesanos jugueteros, aunque el Kamishibai se puede practicar también sin este sostén.
Los editores explican que el Kamishibai tiene su origen en el Japón de principios del siglo XX, en los viejos narradores de historias de transmisión oral y los del cine mudo, y fue en la posguerra del ‘45 que vivió su momento de esplendor. “Los gaito kamishibaiya (o sea, los contadores de historias de papel) solían desplazarse en una bicicleta cuya parte trasera sostenía una estructura de varios cajones destinados a las láminas, golosinas que acompañaban las funciones y monedas recaudadas”, cuenta en la presentación del material Amalia Sato, precursora del Kamishibai en la Argentina y especialista en literatura japonesa. “Sobre esa estructura se instalaba la misteriosa caja con puertas. Se estima que unos cincuenta mil teatristas llegaron a circular por el país que deseaba recuperarse de la guerra. Con el tiempo se fueron extinguiendo, perseguidos por la ocupación norteamericana y la no menos perturbadora llegada de la televisión.” La extinción no fue total, a tal punto que se ha extendido hasta estas tierras lejanas que encuentran editores, escritores e ilustradores para su renacimiento local. Y ahora va por sus protagonistas.
Los artistas del bosque, Daniel Link y María Guerrero. Planta Editora. Venta anticipada, $ 180
($ 240 en librerías). Recomendado de 3 a 7 años. Más info en: www.plantaeditora.com [email protected]
... son todas las que cada uno considere que merezcan tal presentación. Pero lo cierto es que el mercado infantil y juvenil cada vez provee de más opciones en este sentido, tanto desde las editoriales grandes como de las más nuevas y pequeñas, que surgen a veces con este expreso objetivo. Ediciones hermosas y originales, con ilustraciones que son verdaderas obras de arte en cada página, sorprenden a los grandes y encantan a los chicos. Algunos ejemplos:
- “La noche siempre es un momento misterioso. Los ruidos se amplifican, las sombras pueden ser aterradoras... Pero no todo es lo que parece. Por eso hay que estar muy atento y prestar atención.” Así se anuncia esta historia que tiene un sostén importante en las ilustraciones, los colores, las sombras y las onomatopeyas. La atmósfera que logra transmitir es, precisamente, la de los misterios de la noche, que todo lo transforma.
Noche de perros, Horacio Gatto y Analía Kevorkian. Quipu, $ 44.
- Este libro es de otra editorial que tiene como común denominador la calidad y belleza de sus publicaciones. En ese caso sorprende el preciosismo de las ilustraciones y las técnicas utilizadas, el texto también es muy bueno, y ambos están a cargo de Fernando Rossia. La atmósfera onírica de esta historia musical invita a sumarse a los grandes, y Pedro Aznar, desde el texto de contratapa, pone en palabras algo de lo que pasa con este libro: “Esta misteriosa melodía es lo que somos. Enigma que se espeja y reconoce en una gota que pulsa la tecla del tiempo”.
La melodía misteriosa, Fernando Rossia. Calibroscopio, $ 49.
- Otras ediciones magníficas son las de Macmillan. Este libro en particular es una ingeniosa aventura, “con dos finales alternativos para satisfacer a los lectores más exigentes”. La historia comienza con un conejo que va a la biblioteca y saca un libro sobre lobos, y sigue con un lobo que parece desprenderse de las páginas de ese mismo libro. ¿O será solo la imaginación de los lectores? El libro es de tapa dura, cuidada edición, y las ilustraciones, con técnica de collage, son fascinantes.
Lobos, Emily Gravett. Macmillan, $ 58.
- ¿Qué es el tiempo? Como si fuera tan fácil explicarlo... Este librito apaisado trae fotografías singulares como atractivo principal, y una invitación: “Tomate un tiempo para pensar sobre el tiempo”. Lo publica una editorial especializada en temas de ciencia para chicos, y viene “recomendado para curiosos de 5 a 105 años (y para padres y maestros en aprietos)”.
¿Qué es el tiempo?, Antje Damm. Ediciones Iamiqué, $ 53.
- Este libro chiquito de papel ilustración tiene el sello de las ilustraciones de María Jesús Alvarez, además del de los textos de Elsa Bornemann. La historia de Naomi y Toshiro, dos niños que viven en la Hiroshima de 1945, es narrada también con estos dibujos de trazo suave y marca dulce y etérea.
Mil grullas, Elsa Bornemann y María Jesús Alvarez. Alfaguara, $ 45.
Es éste un libro precioso, que por su edición y su contenido parece sacado de la biblioteca de algún abuelo de los de antes: tiene una hermosa encuadernación artesanal, en tela y con la tirita marcalibros, como esas que se mandan a hacer. Tiene hojas coloreadas que acrecientan la idea de objeto antiguo, e ilustraciones con una extraña belleza hipnótica, del norteamericano Peter Kuper. La belleza del libro como objeto tiene sentido porque presenta, en una buena traducción, las aventuras de Alicia, seis años después de su regreso del País de las Maravillas, cuando, por segunda vez, inicia un recorrido hacia lugares extraños. Lo que Alicia encuentra al otro lado del espejo de su casa vuelve a desplegar un mundo misterioso, fantástico, alucinante y alucinógeno, ese que Carroll lleva a los extremos de una literatura que no es para grandes ni para chicos, simplemente para el que se anime a entrar en este mundo. Lo trae la editorial independiente Sexto Piso, especialista en esto de editar ciertos textos no tan visibles pero importantes en la cultura universal. Por sus características, esta edición cuesta un poquito más que la media, pero es de esos libros para cuidar y atesorar.
A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, Lewis Carroll. Sexto Piso, $ 152.
Por algún motivo, el verano habilita los juegos de ingenio, de palabras, de deducciones, de intríngulis mentales. El desafío estival propone para los chicos algunas publicaciones específicas. Es el caso de la colección Multijuegos, pensada para jugadores lápiz en mano a partir de 8 años. Estos libritos traen una serie de enigmas y problemas, con divertidas y coloridas ilustraciones de Dany Duel. La invitación es “a mirar, leer y descubrir” y tiene mucho de humor. Para nenes un poco más chicos (desde 4 años) la colección Buscá a Gocú invita a jugar con los números y las vocales y que, de paso, los chicos repasen lo que aprendieron en la escuela (y que los padres sientan que sus vástagos están haciendo algo útil).
Los que son un poco más grandes pueden acceder a la colección Mente en Movimiento, que propone “cincuenta juegos para el pensamiento” estratégico, creativo, lógico, visual, veloz o lateral, según los casos (uno por libro). Se presentan como “juegos para entrenar el cerebro y modificar la manera de pensar”. Aunque la oferta suene un poco ampulosa, traducida de un concepto utilitario muy norteamericano, también puede ser muy divertido resolver estos juegos y desafíos utilizando táctica y estrategia, lógica y deducción, memoria visual y traducción de ideas en imágenes. Vienen divididos en diferente dificultad, y editados en libritos chiquitos, como para llevar de vacaciones, o a la pileta, o al parque, o al patio. O al balcón, o a la vereda.
Buscá a Gocú, Natalia Acosta, Ale D’Agostino. Albatros, $ 30.
Multijuegos, Dany Duel, Albatros, $ 38.
50 juegos para el pensamiento estratégico, Charles Philips, Albatros, $ 45.
A diferencia del español, el idioma japonés se lee de derecha a izquierda. Así que los editores locales de esta historieta de Masashi Kishimoto decidieron hacer que los lectores arranquen exactamente de atrás para adelante, en el orden de las páginas y de los dibujos. La operación puede parecer complicada, pero bastan unos minutos de lectura para agarrarle la mano. Para los amantes de las historietas, y en particular de las mangas (así se llaman las historietas japonesas), es ésta una edición de lujo. No por la publicación en sí, que es de formato económico –y de un tamaño pequeño, fácil-
mente transportable–, sino porque se trata de una traducción bien local, a cargo de Agustín Gómez Sanz. La genial traducción presenta, por ejemplo, al protagonista como el “más desobediente y quilombero” de los ninjas, y trae además un pequeño índice con cuestiones de lenguaje que no pueden sobrevivir al proceso de adaptación, y que requieren un conocimiento cultural japonés previo.
Naruto, Masashi Kishimoto, LARP editores, $ 28.
La obra del escritor, músico y actor santafesino tiene todo un sello con nombre y apellido. Pesce-tti tiene sus fans, seguidores, admiradores, o como quiera que se llamen. Y no los ha conseguido por la tele o por una inversión publicitaria. Lo bueno, lo verdaderamente diferente, es que los ha ido sembrando con sus discos, sus espectáculos, y con sus libros. La saga de Natacha, por ejemplo, ya lleva varios capítulos editados con las aventuras de esta chica que se puede parecer a tantas chicas urbanas de primaria. Natacha tiene un grupo de amigas del alma (las Chicas Perla), también tiene amigos varones, un perro al que le está enseñando a leer, papás que hacen lo que pueden, una abuela que toma clases de yoga, y de danzas, y de dibujo y pintura y que cuenta historias de familia. Ahora, un trabajo para la escuela abre a Natacha y a sus amigos todo un mundo nuevo. Además del sello de Pescetti, el libro trae las divertidas ilustraciones de Pablo Fernández.
Nuestro planeta Natacha, Luis Pescetti, Alfaguara, $ 69.
Pakapaka tiene su nuevo portal de contenidos digitales. La señal infantil del Ministerio de Educación creó el sitio con contenidos, videojuegos, posibilidad de ver y descargar videos, cuentos, canciones, juegos y trabalenguas, en www.pakapaka.gov.ar |
La casa de la Cultura de la Calle lanzó el hermoso proyecto Canciones de cuna, hechas por los chicos que asisten a los talleres y grabadas por Fito Páez, Ricardo Mollo y Pedro Aznar, entre otros. Ahora editan el clip del tema “Madre Santa”, a cargo de Lisandro Aristimuño. Se puede ver en: www.cancionesdecunacc.com.ar |
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