Domingo, 14 de julio de 2013 | Hoy
CHICOS › LA CARTELERA SE LLENA DE PROPUESTAS EN LAS VACACIONES
Desde personajes de la tevé que pasan al escenario hasta obras de teatro gratuitas de calidad, música de diversos géneros, títeres y demás actividades, hay para elegir adónde llevar a los más pequeños. Siempre con el lema de esta sección: ¡Salgan, chicos!
Por Sebastián Ackerman
Diversas culturas de la Antigüedad consideraban que el tiempo era circular: basándose en la naturaleza y sus ciclos, luego de un período específico, la historia volvía a repetirse. El final del ciclo se enlazaba, en consecuencia, directamente con su recomienzo. Algo parecido a lo que sucede año a año con las vacaciones de invierno, en las que el mundo pasa a ser un territorio para descubrir a los ojos de los chicos, donde son el eje de las propuestas de los más diversos espectáculos: cine, teatro, títeres, música, circo y clown, diversas actividades gratuitas y para toda la familia vuelven a aparecer en los distintos rincones de la ciudad para darle contenido a ese paréntesis anual que tienen los pibes. El hecho se repite, cambian los actores: los que antes fueron chicos hoy acompañan a sus hijos, sobrinos, ahijados o nietos. En estas dos semanas, el reloj parece detenerse para alegría de los chicos.
Frente a la incertidumbre que puede provocar una cartelera con más de doscientas opciones, una buena alternativa es ir por lo seguro: autores o compañías con trayectoria reconocida, que son una garantía a la hora de pensar en los chicos. Hay versiones de clásicos de Hugo Midón, como Locos ReCuerdos en el Cervantes, o la puesta de Objetos maravillosos por Vocal 5. Otra posibilidad es visitar La Galera Encantada, con más de 25 años de trayectoria de la mano de Héctor Presa. Pero aunque en esos casos la historia es una certeza, también hay grupos que están haciendo su camino y apuestan por propuestas de calidad para la platea sub-13. La Pipetuá es una garantía para chicos y grandes, al igual que las alternativas que ofrece la Compañía La Arena, de Gerardo Hochman, o la mixtura de teatro y circo con Los Valerosos Clownies.
Si la decisión es dejar volar la imaginación y darles el protagonismo lúdico a los títeres, el clásico Museo del Títere, fundado por Sarah Bianchi, ofrece infinidad de espectáculos, de varias regiones de la Argentina y de un invitado español. Además, también los titiriteros del San Martín se proponen entretener a grandes y chicos con El gran circo sobre su retablo. O se puede optar con confianza por ver a la compañía de Eva Halac en El caballero de la mano de fuego, o la compañía El Nudo y su Un tigre en el gallinero.
En cuanto a las propuestas musicales, hay variadas y para todos los gustos, desde saltar y bailar con la Bomba de Tiempo al ritmo de sus tambores, las canciones de Papando Moscas o la infalible Adriana, conocer los ritmos y melodías de la Argentina y el continente con Magdalena Fleitas, el show Tierra Verde o la nueva versión de Arbolito para toda la familia, divertirse con Bigolates de Chocote o compartir el rock “pesado” de los Heavysaurios. En otro registro, se puede elegir La vuelta al mundo en un violín, que recorre distintas latitudes a partir de sus sonidos, o invitar a los chicos al mundo de la ópera y el ballet en puestas pensadas para ellos, con El cascanueces y las princesas encantadas o Ballet para despertar al niño.
Por primera vez en su trayectoria, Arbolito se presenta en el horario “para toda la familia”, y Ezequiel Jusid, voz y guitarrista del grupo, asume el desafío: “La expectativa es muy grande y nos divierte que sea algo que nunca hicimos”, confiesa. “Vamos a combinar el show eléctrico con el acústico, que nos da más posibilidades sonoras y climáticas; sumado a los audiovisuales que combinamos en vivo hacen que sea un show con todas las facetas de la banda”, se entusiasma. Y rescata que los chicos no pagan entrada: “Parecería algo anticomercial en estos tiempos en los que se trata de sacarles un mango hasta a las piedras, pero es hermoso ver niños con sus padres en la misma sintonía”. Sus recuerdos de las vacaciones de invierno no son tanto en espectáculos, cuenta, sino “de club, de barrio, de jugar a la pelota y atorrantear hasta que se hacía de noche y volver a casa a comer”. “Eran otros tiempos supongo, se vivía más tranquilo o nuestros viejos no estaban tan quemados como nosotros”, compara.
El salto de la pantalla chica a las tablas, otro clásico de esta época del año, está dominado en estas vacaciones por los personajes que pueden verse en las señales de cable. Topa abre las puertas del mundo Disney, al que también se puede visitar en su versión “sobre hielo” en el Luna Park, o participar con Violetta en su espectáculo multimedia. También se puede compartir una tarde con los que pasan de ser 2D a 3D como Doki, Kitty o el musical de ZTV. Y si la preferencia es sostener la mediación de la pantalla, están las opciones del tradicional y el más entretenido 3D con Metegol, basada en un cuento de Roberto Fontanarrosa, o la divertida Mi villano favorito 2.
Si lo que se busca es compartir una experiencia diferente, compartir actividades o descubrir el mundo juntos, también hay ofertas interesantes. El Museo Etnográfico armó una propuesta para que junto a los chicos los padres descubran cómo vivían los pueblos originarios, invitando a hacer algunas de las cosas que hacían ellos; la muestra Cotidiáfonos, en la Casa del Bicentenario, muestra instrumentos construidos con elementos que se usan todos los días; o la muestra XSYT, los paisajes abstractos, con instalaciones interactivas, jugando con el espacio y sus dimensiones. O la apuesta de Revuelta Cultural, en el que el espacio está “tomado” para desarrollar actividades lúdicas en la que los más pequeños podrán crear su revista, construir juguetes con diversos materiales, escribir un cuento o pintar su cuadro, entre otras actividades. “Las vacaciones de invierno eran un corte en la rutina del año –cuenta Lucía Litichever, organizadora de Revuelta Cultural–, un espacio para hacer otras actividades, jugar con mis hermanos, primos, amigos de mis hermanos. Algo de esto recupera la propuesta, un espacio diferente para hacer cosas. Hay espectáculos en los que los chicos participan y talleres en los que puedan hacer, jugar con otros”, se entusiasma. Por eso señala que la idea central es “que sea como un tiempo distendido, que se recupera fuera de la rutina para compartir con otros. Estar con otros produce alegría”. Y como la propuesta incluye la participación de los padres, tal vez se relacione con lo que hacía hace ya algunos años: “Con mis viejos íbamos muchos a la plaza. También a ver Holiday on Ice, que ahora esta mas pegado a Disney, y al Teatro Negro de Praga. Como vivíamos en provincia, el plan familiar de salir los seis en banda a ver algún espectáculo era todo un evento”, confiesa Litichever.
Y si estas dos semanas anuales son un esfuerzo que se siente a fin de mes, hay alternativas gratuitas que no tienen nada que envidiarles a las luces de los grandes teatros. El ECuNHi brinda una variada grilla de espectáculos, películas y actividades para toda la familia. Si la preferencia es una obra musical, está Hormigópolis, en el C. C. Adán Buenosayres, rocanrolear con Gertrudis y Perrovaca, o disfrutar de una bella obra de títeres de la mano de Babel Teatro y La flauta mágica. También se puede visitar la Feria del Libro Infantil y Juvenil en el Centro de Exposiciones de la Ciudad, en donde además de libros hay una variada serie de actividades, o recorrer Tecnópolis, que vuelve a abrir sus puertas en el receso invernal para exponer toda la tecnología que se produce en el país y sus aplicaciones.
El tiempo, a veces, efectivamente es circular. Y para no marearse de tantas vueltas, lo mejor es volver a sentirse un poco chicos y tratar de disfrutar también de las vacaciones de invierno desde el lugar que nos toque estar. Aunque sea por estas dos semanas, la idea es volver a divertirse como (y con los) chicos.
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