Jue 25.07.2013
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CHICOS › ESPECTáCULOS DE DANZA PARA TODAS LAS EDADES

A bailar, mi amor

› Por Karina Micheletto

Entre el mar de propuestas infantiles que propician las vacaciones de invierno, hay también espacio para obras de ballet pensadas para los chicos. Algunas con gran convocatoria, y reposiciones año tras año. Así, lo que puede pensarse a priori como una oferta para un público aficionado, o en todo caso limitado, se revela como un programa tentador para muchos nenes y nenas. Es el caso de El Cascanueces y las princesas encantadas, presentada por la Fundación Konex por tercer año consecutivo, y vista ya por ¡58.000 espectadores! Una propuesta cuyo éxito hizo que este año el mismo equipo de trabajo sumara Pinocho y Coppelia, también a cargo del Ballet Metropolitano de Buenos Aires. El C. C. Borges propone este año Ballet para despertar al niño, a cargo de primeros bailarines del Teatro Colón y presentado como un “ballet infantil y no tanto”.

Con el protagonismo de Nina Zaera, primera bailarina del Metropolitano, y de Leonardo Reale, bailarín del Colón (a cargo de la coreografía), junto a un nutrido elenco que incluye pequeños y encantadores bailarines, la particular adaptación de El Cascanueces suma a la obra de Tchaikovsky personajes como El Gato con Botas, Cenicienta, La Bella Durmiente, Blancanieves, La Princesa Arabe y Aladino, y la participación de un mago –Juan Miraz– que en el comienzo y el entreacto va narrando la historia, haciéndola más accesible a la comprensión argumental de los chicos.

Juan Lavanga, responsable de la idea, el guión y la adaptación, cuenta en diálogo con Página/12 que imagina un público amplio a la hora de estructurar sus obras. “No se pueden circunscribir al aficionado al ballet, se dirigen al público que las disfruta y las recibe sin ningún tipo de inhibición. Al chico que va a disfrutar, a comer pochoclo, a participar del espectáculo gritando lo que le preguntan, a bailar en el entreacto y a correr de felicidad cuando finaliza para que los artistas le firmen autógrafos”, define. Esto último, todo un sello de la Fundación Konex, que prolonga el espectáculo en la platea cuando los personajes bajan y firman autógrafos (tradición para la cual se guarda hasta un lugar ya definido en el programa de mano).

Guido De Benedetti, a cargo del libro, la música original y la coreografía del Ballet para despertar al niño, define el público que imaginó para su obra, justamente, en relación con su título: “Yo siento que los niños son personas de pequeño tamaño que no perdieron la capacidad de sorprenderse y aprender cosas nuevas, ése es el público al cual está dirigido. Por eso el nombre: es una obra para despertar en los niños el gusto por el ballet, y para despertar en los mayores al niño que llevan todos dentro, refrescar las canciones e historias de cuando eran niños y poder compartirlas con los chicos desde otra perspectiva”. “Claro que si sos aficionado o ya pertenecés al público balletómano, habrá pasajes que seguramente te recordarán alguna obra clásica que, en definitiva, también es un cuento”, advierte. “En el mismo sentido pensé la música: lo clásico, lo moderno, lo alternativo, lo popular, el blues, la cumbia, la zamba litoraleña, el jazz, todo se fusiona como en un sueño. Lo más emocionante es que el público en general demuestra un amplio conocimiento, también los niños. Esto nos compromete a los creadores en estar a la altura de ese público.”

“Me sorprende la atención que los niños ponen durante la obra, hasta nenes de dos años se enganchan y aplauden los 15 cuadros e intermezzos, reconocen canciones populares y cuentos infantiles e incluso obras de ballet sugeridas y disfrutan con sus padres (y sus padres con ellos) de todas las propuestas”, asegura el coreógrafo. También aquí el espectáculo se completa con la cercanía de los bailarines en el foyer. “Los nenes no sólo quieren sacarse fotos con los personajes. También demuestran su cariño, les piden a sus padres que les compren algún libro que contenga esas historias, piden volver a ver la obra o dicen que quieren estudiar ballet. Se ven muchas sonrisas, en los chicos y en los grandes. Creo que esta obra logra su objetivo: despertar al niño.


El Cascanueces y las princesas encantadas. Mañana a las 15 y domingo a las 11. Repite 4 de agosto.Centro Cultural Konex, Sarmiento 1331. Entradas: $ 70 a $ 180.

Ballet para despertar al niño. Hoy, mañana y el sábado a las 17.30. Repite 10 y 11 de agosto. Centro Cultural Borges, Viamonte y San Martín. Entradas: $ 70 a $ 120.

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