Excusas. Por ahí viene la mano para este grupo de gente. Primero la excusa fue hacer un programa de radio, para después tener el pretexto de organizar recitales y luego editar discos y, por último y hasta ahora, presentarlos en vivo. Revuelto Gramajo es un programa de FM La Tribu que desde hace 8 años hace la suya. En esta ocasión la excusa fue presentar Abremente, disco homenaje a Luis Alberto Spinetta del que participan numerosos músicos del rock y del jazz, conocidos y no tanto.

“Ir con lo propio supone pagar algunos precios”, afirma Alejandro Simonazzi, conductor y generador de climas del Revuelto. Se refiere al esfuerzo y trabajo que conlleva hacer un programa en una radio independiente y editar un disco sin el apoyo de un sello. El espíritu cooperativo indica que todas las ganancias obtenidas por las ventas se repartirán en partes iguales entre los involucrados en el proyecto. Simonazzi también encuentra algunos paralelismos entre su programa y la obra del Flaco: “Siempre tuvo una libertad absoluta, y ya no se sabe si su música es de él o de la gente, porque todos nos apropiamos un poco de lo suyo”, sintetiza. El arte, música o radio, se hace consistente cuando se sabe que el oyente está ahí y participa con su aparente pasividad.

Antes de ser disco, Abremente fue un proyecto que tardó dos años en concretarse. Como en una cooperativa, cada uno de los músicos se hizo cargo de costear y realizar la grabación de su versión, con la excepción de los temas de Liliana Herrero (“Plegaria para un niño dormido”) y del combo Lito Epumer/Pedro Aznar y el propio Spinetta (“Alas de la mañana”), que fueron grabados con anterioridad y cedidos para el disco. La presentación, que se llevó a cabo en el auditorio de Radio Nacional, contó con la presencia de seis de los doce músicos que participan de Abremente: Diego Penelas interpretó “Preciosa dama azul”, Fernando Lerman hizo lo propio con “Jabalíes conejines”, Cecilia Zabala puso su bellísima voz y requinto para “Cielo de ti”, Sergio Sainz y su grupo entregaron “Quedándote o yéndote”, Marcelo Katz realizó una muy libre interpretación de “Barro tal vez” (“la que me surgió en el momento”) y Franco Luciani junto a su grupo demostró que siempre se puede tocar la armónica un poco mejor en “Los libros de la buena memoria”. Los consagrados Lito Epumer, Liliana Herrero y Javier Malosetti también estuvieron, proyector mediante.

Epumer fue quien propuso hacer el homenaje, y pocos se negaron, ya que, como dijo Sainz, “el Flaco es como un faro para nuestra generación, y por suerte para otras también”. El equipo de Revuelto Gramajo, completado por Clara Zaremba, Mauro Saraniti, Iván Brandeburgo y Yamila Galicer, convocó, coordinó, organizó y convirtió en CD las doce canciones que componen el álbum. Quienes conocen a Spinetta dicen que tiene el disco, lo escuchó y le gustó, aunque no haya sido el objetivo de nadie hacer versiones sólo para que le agraden al autor. Como dijo Lerman: “Llevé al tema para el lado del candombe, con el permiso del Flaco, o no”. Después de todo había que darse el gusto de versionarlo, como fuera y como se pudiera. Siempre hay alguna excusa. Y si no, Revuelto Gramajo la inventa.